El protocolo para evitar el contagio por Covid-19, transformó esta mañana el panorama cotidiano en la Basílica de Guadalupe, pues las bancas lucieron semivacías durante la ordenación episcopal de tres nuevos obispos auxiliares de la Arquidiócesis de México.
La ceremonia fue realizada a puerta cerrada y transmitida a través del sitio en Facebook de la Arquidiócesis de México.
Según información de la Basílica, al lugar sólo acudieron alrededor de 800 personas entre fieles, religiosos, coro y laicos. Aunque los religiosos no mantuvieron una gran distancia entre ellos, en las bancas, en su mayoría fieles familiares y amigos de los obipos ordenados, guardaron al menos un metro de distancia entre ellos.
El templo tiene una capacidad para unas 5 mil personas tan solo sentadas en la parte de abajo.
Durante la ordenación episcopal de los padres Héctor Mario Pérez, Francisco Daniel Rivera y Luis Manuel Pérez, el Arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, dirigió una oración a la Virgen de Guadalupe para que acompañe a sus fieles en la pandemia de coronavirus.
El pasado lunes, la Conferencia del Episcopado Mexicano recomendó “encarecidamente” suspender la misa dominical y facilitar, en la medida de lo posible, que las liturgias sean transmitidas por las plataformas digitales y los medios de comunicación públicos y privados.
Nuevas encomiendas
La Arquidócesis de México informó las responsabilidades que tendrán cada uno de los cinco obispos auxiliares, incluidos los recién nombrados.
Luis Manuel Pérez Raygoza, apoyará en la Vicaría de Pastoral; Héctor Mario Pérez, en la Vicaría de Laicos; Francisco Daniel Rivera a la Vicaría del Clero; Carlos Enrique Samaniego López continuará en la atención a la Vida Consagrada; y Salvador González Morales seguirá desempeñándose como delegado en la Catedral Metropolitana y moderador de la Curia, asumiendo la función de vicario general que hasta el día de hoy ha venido desempeñando Mons. Enrique Glennie Graue.
kvd