El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) aseguró que las instalaciones de la refinería de Dos Bocas operarán de manera segura, con bajas probabilidades de inundación de sus instalaciones, con afectaciones menores a la biodiversidad de la zona y con bajas emisiones de contaminantes.
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"No se identificaron impactos permanente a severos ni críticos; sí hay impactos principalmente en el agua residual, agua y aire. Estos se valoran sin considerar medidas de mitigación", dijo la ecóloga del IMP, Jacqueline Salazar Montes, en Paraíso, Tabasco, durante la Reunión Pública de Información coordinada por la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).
En el encuentro, Pemex Refinación y el Instituto Mexicano del Petróleo expondrán el proyecto de construcción de la Refinería de Dos Bocas, en el contexto del proceso de Consulta Pública que le dará a la autoridad ambiental elementos para emitir un dictamen, ya sea para aprobar o negar el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Es importante este proceso porque la autoridad pudiera detectar información que presentó el promovente, en este caso Petróleos Mexicanos, como estudios, análisis y proyecciones que no son suficientes o no son claras o se requiere información adicional, y en consecuencia, el plazo de los 60 días hábiles que originalmente tiene la ASEA para resolver se estaría ampliando por 60 días más”, explicó Gustavo Alanís, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
Debido a la complejidad del proyecto, el análisis podría prolongase hasta nueve meses.
El proceso enmarcado en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, se llevará a cabo en un hotel en el municipio de Paraíso y está abierto al público.
El objetivo es que Pemex informe y exponga los aspectos técnicos del proyecto, “los posibles impactos y riesgos ambientales que se ocasionarían por la realización de las obras y las medidas de prevención y mitigación que serían implementadas”, indica la convocatoria.
Los interesados en presentar sus opiniones debieron inscribirse hasta ayer por la tarde.
El máximo de ponentes es de 30 personas, quienes tendrán un lapso de 8 minutos para emitir sus propuestas.
El resto de los interesados que acudan podrán participar en sesión de peguntas o respuestas, o bien enviar sus opiniones a la ASEA para integrar el expediente.
Gustavo Alanís lamentó que la ASEA abriera los datos que Pemex reservó a la Manifestación de Impacto Ambiental a unos días de que se realizara la reunión pública.
“Tiene su complejidad técnica y científica. Hubo una situación irregular donde por algunas semanas tuvimos una versión con muchos parches, el tiempo de analizar fue mucho más limitado, eso es algo muy irregular”, dijo.
CEMDA no acudirá a la reunión pública, pero entregará sus opiniones por escrito, entre ellas que el proyecto de Pemex no pone de manifiesto el análisis de otras alternativas, “lo cual para proyectos de esta magnitud es un requisito”.
El abogado ambiental añadió que el proyecto debió segmentarse para dar a conocer el impacto ambiental real del proyecto, así como el acumulativo y sinérgico.
Además, destacó que la Manifestación de Impacto Ambiental no incluyó información relacionada “con el ducto o ductos de gas que van a necesitar, ni nada relacionado con una planta de tratamiento”.
El director del CEMDA expresó su preocupación porque la operación de la refinería alteraría la calidad del aire, debido a las emisiones, “estamos hablando de gases de efecto invernadero y el hecho de que esto pudiera provocar que en la zona se genere lluvia ácida y las implicaciones para el entorno y salud de las personas”.
Gustavo Alanís subrayó que la refinería que impulsa el presidente López Obrador va en contra de la tendencia mundial, “es un proyecto que va en contra de la ley de transición energética, de la ley de Cambio Climático, en contra del cumplimiento de los acuerdos de París sobre Cambio Climático, porque la tendencia mundial es hacia la energía limpia renovable”.
OVM