La Universidad Autónoma de Puebla (UAP) celebra este 23 de noviembre el 65 aniversario de su autonomía universitaria que le garantiza el derecho a organizar su propio gobierno y que establece entre sus tareas, además de la docencia, la investigación científica y humanística orientada a los problemas sociales del estado y el país.
De acuerdo con el documento Historia Universitaria de la máxima casa de estudios, el gobernador del estado de Puebla, Maximino Ávila Camacho, anunció el 1 de febrero de 1937 la transformación del Colegio en Universidad. Fue el 14 de abril de ese año, cuando el Congreso del Estado decretó la creación de la universidad y facultó al Ejecutivo para dictar las leyes pertinentes. El 23 de abril, se expidió la Ley Orgánica de la Universidad de Puebla y se nombró primer rector de la Institución al licenciado Manuel L. Márquez.
Durante dos décadas, la hoy UAP se mantuvo bajo la dirección del gobierno; sin embargo cuando en 1951 el entonces gobernador Rafael Ávila Camacho intentó militarizarla, renació el reclamo de autonomía que se transformó en un movimiento estudiantil que tomó fuerza en 1956.
“La unidad de autoridades, docentes y alumnos logró que el gobierno del estado enviara al congreso local una iniciativa de ley que otorgaba autonomía a esta Casa de Estudios. La legislatura local discutió el proyecto los días 21 y 22 de noviembre de 1956 y el Diario Oficial del Estado de Puebla publicó el 23 de noviembre de 1956 la Ley de la Universidad Autónoma de Puebla”, destaca el documento.
A pesar del decreto de la Ley de la UAP, actual BUAP, la estructura de la casa de estudios descansaba en un Consejo de Honor, cuyos integrantes eran nombrados por el gobernador del Estado.
En una manifestación en apoyo a Cuba, el 16 de abril de 1961, inició el movimiento de Reforma Universitaria que concluyó con la reafirmación del carácter laico de la educación superior pública y la promulgación de una nueva Ley Orgánica, en 1963.
De acuerdo con Jesús Márquez Carrillo, investigador de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP, el 17 de abril de 1961, un contingente de estudiantes se manifestó en el zócalo capitalino en apoyo a Cuba, luego de la invasión de Estados Unidos a Bahía de Cochinos.
“Aunque reducida en sus orígenes, pues eran cerca de una veintena de jóvenes, esta movilización fue el inicio de una prolongada lucha de grupos antagónicos que se disputaron el control de la Universidad y sus proyectos”, destaca el análisis del especialista.
Los resultados de la lucha universitaria se tradujeron en una nueva Ley Orgánica aprobada por el Congreso local en 1963 que definió un rumbo para la máxima casa de estudios del estado, su autonomía.
Comentó que la nueva Ley Orgánica estableció que, además de la docencia, también estaba dentro de los fines de la universidad realizar la investigación científica y humanística, principalmente en relación con los problemas estatales y nacionales; y difundir, con la mayor amplitud, los beneficios de la cultura.
De la misma firma, se otorgaba la más amplia autonomía y libertad para organizar su propio gobierno y la docencia se regía por los principios establecidos en el artículo tercero Constitucional, pero los ampliaba hacia la democracia y la libertad, destaca el análisis del investigador.
En el año 2006, el Congreso del Estado coloca en letras de oro el nombre de nuestra universidad en el muro de honor y declaró el 23 de noviembre como el Día de la BUAP.
AFM