Este año la Comisión del Agua del Estado de México (Caem) sacó de los diferentes cárcamos y puntos de descarga en la entidad 2 mil 726 toneladas de basura.
Los desperdicios generaron taponamientos y un grave riesgo de inundaciones y desbordamientos en diferentes puntos del territorio mexiquense.
El encargado de la vocalía de Caem, Alfredo Pérez Guzmán indicó que es necesario incidir en medidas cualitativas que hagan la diferencia cuantitativa y la gente deje de tirar basura en la calle, porque al final, toda va a dar al mismo sitio.
Independientemente del nivel de lluvia y las precipitaciones que se tienen, los desechos representan una de las principales causas por la cuales zonas como San Mateo Atenco se inundan fácilmente, aunado a que este municipio está por debajo del cauce natural del río Lerma y recibe las descargas de Zinacantepec, Toluca y Metepec, que se encuentran en la parte alta.
Lo mismo ocurrió en Cuautitlán Izcalli, donde en menos de 24 horas sacaron 20 toneladas de desperdicio de la presa Angulo.
“En el año fueron 2 mil 726 toneladas de basura en los diferentes cárcamos y puntos de descarga”.
Tirar basura
“Uno como ciudadano cree que tirar una cascara o envoltura de dulce no genera un grave problema, que no pasa nada, pero se va acumulado, la suma de todo esto nos genera grandes problemas: tapones y en lluvias inundaciones y afectaciones a la población”, destacó durante una visita al Congreso local.
Además, es necesario ordenar el crecimiento, evitar asentamientos irregulares para evitar pérdidas humanas por fenómenos como desgajamientos, desbordamiento de ríos, aunque también reconoció la necesidad de infraestructura de mayor capacidad en diversos puntos.
Obras preventivas
Aunque en ningún lugar de la entidad se puede garantizar que las lluvias no causen más inundaciones, el gobierno estatal busca hacer más cárcamos y obras en San Mateo Atenco para reducir el riesgo durante el 2019 y dar salida a toda el agua que se acumula en la zona por los afluentes de municipios aledaños.
Ya iniciaron las gestiones con Conagua para obtener los recursos y poder ampliar la capacidad de las obras hidráulicas y así reducir las posibilidades de inundación en las inmediaciones de una región donde hace años las casas estaban montadas encima de una estructura de madera a la cual llegaban en lancha.
La zona se fue secando y aparentemente le fue ganando terreno al agua, pero como tiene memoria regresa a sus cauces naturales, pero buscarán mejores condiciones y capacidad de conducción del agua pluvial y residual que le aportan los municipios de la zona.
Sin embargo, Alfredo Pérez reconoció que en materia de infraestructura nunca se puede garantizar que ya no habrá problemas nunca más, sólo se disminuyen con cárcamos y colectores de alivio que hoy son insuficientes.
LC