El Congreso local aprobó una iniciativa para que todo el personal que forme parte del servicio público en cualquiera de los tres poderes del Estado y en los municipios de Nuevo León, esté obligado a cursar una capacitación en temas de género y no violencia contra las mujeres.
En sesión ordinaria, Claudia Tapia Castelo, promovente y coordinadora de la Bancada Independiente Progresista, explicó que la iniciativa busca prevenir y atender la violencia por razones de género en los ámbitos del servicio público.
“Es urgente la necesidad de capacitarnos todos los servidores y servidoras públicas en este tema, de forma que se logre una efectiva transversalización de la perspectiva de género en el diseño e implementación de leyes y políticas públicas en cada poder, según sus respectivas atribuciones.
“La violencia política de género es una realidad y es el principal obstáculo para que las mujeres ejerzan sus derechos políticos y participen en la vida política, no sólo por la vía electoral, sino también por la vía del servicio público de carrera”, manifestó Tapia en Pleno.
Se pretende que los servidores públicos, añadió, garanticen un ejercicio del cargo libre de discriminación y de violencia contra las mujeres a quienes servimos y respetamos.
La capacitación será para el gobernador, el secretario general de Gobierno, las magistradas y magistrados, las y los jueces, entre otros, mismas que deberán ser certificadas por el Instituto Estatal de la Mujer en materia de igualdad de género entre hombres y mujeres.
“En la actual administración que está a punto de finalizar nunca se garantizó la paridad de género, tan es así, que solamente tuvimos una sola mujer al frente de una Secretaría, ello, a pesar de que en múltiples ocasiones el gobernador aceptó que era un área de oportunidad de su administración y que estaba dispuesto a cambiarla”, señaló.
En su edición de este lunes, MILENIO Monterrey informó que el perfil de las mujeres que sufren de abuso sexual, golpes e insultos de parte de su pareja, durante 11.7 años en promedio, recae entre los 26 y 35 años con una escolaridad de secundaria, reveló un informe de Puerta Violeta.