Desde la pirámide de Palenque y con el Tren Maya como fondo, el presidente Andrés Manuel López Obrador se despide, acompañado de su sucesora, Claudia Sheinbaum.
“Me siento muy satisfecho porque estamos terminando el gobierno y además del orgullo, la dicha enorme de que se redujo la pobreza en el tiempo que gobernamos y se redujo la desigualdad, entre otras cosas, nunca se había atendido tanto a los jóvenes como ahora”, expresa López Obrador recargado en uno de los muros de la pirámide.
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Luego aparece a bordo de un vagón del Tren Maya en primer plano, junto a ella sonriente.
“Me dice la presidenta que va a hacer ella el doble de kilómetros de lo que nosotros hicimos, y le creo”.
En el capítulo 3 del documental sobre el Tren Maya, de la autoría de Epigmenio Ibarra, aparece también la presidenta electa Claudia Sheinbaum asegurando que la construcción del Tren es símbolo de la transformación que deja atrás el insostenible modelo neoliberal.
Mar de Selva entrevera los testimonios de López Obrador, Sheinbaum, ciudadanos, funcionarios y responsables de la obra, pero también partícipes de la historia que reivindica al pueblo maya.
“Sin hombres como Andrés Manuel López Obrador no se podría escribir esta historia”, dice Sheinbaum también a bordo del Tren Maya.
“Por supuesto que lo vamos a extrañar, pero ahí está la enseñanza, el camino y nos toca ahora guardar el legado y representar también un nuevo momento también para nuestro país”.
Mientras el mandatario aconseja a los jóvenes no dejar de estudiar el glorioso pasado de la cultura maya pues eso les llenará de dicha, porque la felicidad está más allá de lo material, “y ahora sí como en aquellos tiempos, ahora sí a La Chingada”, soltando la carcajada, se despide.
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HCM