El presidente, Andrés Manuel López Obrador pidió a los integrantes de Morena no estar solo pensando en cargos y no olvidar que lo que caracterizó el éxito de su movimiento fue la lealtad a sus ideales, pues les dejó claro que los ciudadanos saben quién trabaja por amor al pueblo y quién es “un trepador, un oportunista y un politiquero”.
Y descartó que el conflicto en el Senado entre Martí Batres y Ricardo Monreal afecte las iniciativas de su gobierno que aún están pendientes, pues dijo que no solo es el respaldo de Morena, sino de otros partidos políticos que están de acuerdo con los cambios que lleva su gobierno.
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"Si no se le tiene amor al pueblo no se puede llevar a cabo oficio de la política; ya acabó en tiempo de estar pensando solo en sacar provecho, de que la política es para intereses personales por legítimos que sean, ya no ayudan quienes solo piensan en sus intereses personales, tiene que haber mística y entrega total a la causa pública, no son los cargos lo que debe de importar sino la contribución a los cambios, en este caso la transformación del país.
Aunque dijo que no opinaría en cuestiones de partido ni del Poder Legislativo, en conferencia matutina fue insistente en que para los mexicanos ya no sirven los políticos de antes y siempre tendrán su rechazo, por lo que insistió en convocar a los integrantes de Morena a que no adopten esas viejas prácticas.
“Antes se pensaba que se podría ser famoso con publicidad y se introducían como producto chatarra en el mercado, y llegaban a ser diputados, senadores y hasta presidentes, bien arregladitos y con moco de gorila, para medios nada más, pero nunca se acordaron del pueblo”, explicó.
Indicó que espera que estas diferencias no afecten la unidad pues consideró normal que haya “polémica, discrepancias y manifestaciones”.
Ayer, Morena eligió a Mónica Fernández como la próxima presidenta del Senado, en un proceso que dividió al partido y que evidenció el choque entre el coordinador Ricardo Monreal y Martí Batres, quien tras perder acusó al líder de la bancada de haberlo “apuñalado por la espalda con un proceso irregular, inequitativo, lleno de trampas” y en el que hubo “cañonazos”, por lo que pidió su renuncia a la coordinación.
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