La violencia, la corrupción, el desaliento del buen ciudadano y el déficit de construcción de una ciudadanía con compromiso por su comunidad, generó que la Ciudad de México y Coliman cayeran al menos nueve posiciones en el desarrollo democrático durante el 2020, en comparación con el año pasado.
La consultora Polilat, respaldada por el Instituto Nacional Electoral, presentó el Índice de Desarrollo Democrático 2020 en el que la Ciudad de México bajó de la posición cinco a la 14 y Colima del 10 al 21, lo que demuestra que los problemas estructurales e históricos del país, afectan y desalientan en la democracia mexicana.
- Te recomendamos CdMx registra disminución en hospitalizaciones por covid-19: Sheinbaum Comunidad
Roberto Heycher Cardiel, director ejecutivo de Capacitación Electoral y Educación Cívica del INE dijo que “el caso de la Ciudad de México es emblemático porque nos demuestra que tener un buen desarrollo en algunos aspectos no resuelve todo, el nivel desarrollo en la Ciudad de México demuestra que prácticamente es otro país pero este año baja bastante en democracia de los ciudadanos”.
El estudio se basa en el reflejo de los problemas estructurales del país, el déficit de construcción de ciudadanía con ciudadanos con compromiso por su comunidad, la violencia y el accionar impune de los grupos criminales, y el desaliento del buen ciudadano.
Yucatán mantiene su liderazgo como uno de los estados más democráticos desde hace 10 años que se realiza esta medición.
Mientras que Tlaxcala y Tamaulipas mejoraron su desarrollo democrático pasando del lugar 23 al seis y del 25 al siete, respectivamente. En contraste con Michoacán, Morelos, Guerrero y Guerrero que siguen presentado resultados de bajo desarrollo.
Jorge Arias, director de Polilat y autor de Índice de Desarrollo Democrático en México destacó que los estados mejor calificados son Hidalgo con 7.6, Yucatán 7.4 y Tabasco y Tamaulipas con 7. Mientras que los de menor calificación son Veracruz con 2.8, Michoacán 2.8 y Chihuahua 2.9.
Explicó que la violencia que no ha cesado, afecta el clima de libertades y derechos e impacta en el compromiso participativo de la ciudadanía además de que “la corrupción generalizada es aún un grave problema que deslegitima a todas las instituciones del país”.
A nivel nacional, el desempleo urbano empeoró en un 10 por ciento y la pobreza registró un incremento mientras que la mortalidad infantil no ha logrado mejorar sus niveles de los últimos años. Aunque los programas sociales han demostrado una “mejora fuertemente en la inversión en educación”.
FLC