Cada año, el gobierno de la Ciudad de México tiene que reponer alrededor de mil coladeras que son robadas de la vía pública y vendidas en chatarrerías del mercado negro. El aumento de este negocio ilegal, que deja reducidas ganancias a unos cuantos y pérdidas millonarias a la capital del país, tiene su razón de ser en países tan lejanos como China.
Los datos oficiales que ayuden a dimensionar este problema son pocos. De acuerdo con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), a finales de 2017 en las 16 alcaldías había 244 mil 965 coladeras de fierro fundido, policoncreto, concreto, hierro dúctil y polietileno de alta densidad; de éstas, durante los últimos tres años se han tenido que sustituir 3 mil 792 y sólo hasta noviembre de 2021 se habían repuesto mil 712.
A pesar de que sólo representan 1.55 por ciento del total de coladeras que hay en la capital, el monto para sustituirlas ha alcanzado sumas millonarias.
Negocio ilegal de pocas ganancias
Este delito se realiza principalmente para vender el fierro, material que es comprado por kilo en los locales de desperdicio industrial, mejor conocidos como chatarrerías, y que acumulan en grandes cantidades para revenderlo a recicladores más grandes o directamente a empresas fundidoras que no siempre revisan la procedencia de los materiales.
“Nosotros tenemos prohibido comprar lo que es un bien público, las coladeras también las tenemos prohibidas comprar. Los juegos del parque todo eso. No es tan seguido que ofrezcan tapas, pero por lo menos una vez a la semana te traen algo que no debes de comprar”, explicó a TELEDIARIO Alfredo Martínez, encargado de una chatarrería en la colonia Obrera de la Ciudad de México.
No todos los establecimientos de desperdicio industrial aceptan comprar mobiliario público, por las sanciones a las que se harían acreedores si se les encontrara en una de las inspecciones que realizan las alcaldías a dichos establecimientos; sin embargo existe un mercado negro de compraventa de alcantarillas o accesorios del drenaje en la ciudad.
“Regularmente este tipo de productos se las compran los de las camionetitas o carretas, ya que ellos no están regulados”, explica el empleado con 14 años de experiencia en el reciclaje de materiales.
Precio de metales, en incremento
El precio de los metales, como el fierro o el cobre, ha aumentado debido a la recuperación de la industria tras la peor parte de la pandemia del covid-19, lo que ha implicado que su precio en las chatarrerías aumente y sea más atractivo reciclar estos materiales.
Ana Azuara, analista de commodities de la institución financiera de Banco Base, explicó a TELEDIARIO que el incremento de precios de todos los metales inició en octubre del año pasado con la reapertura de las economías a nivel internacional, en particular de China, que es el mayor consumidor de esta materia prima.
“La demanda por esos metales principalmente de China comenzó a aumentar y este país consume alrededor del 50 por ciento de todos los metales que se consumen en el mundo”, señaló la especialista.
Añadió que, en los últimos meses, hay un repunte en la demanda de estos metales, ya que las grandes economías han buscado reactivar su industria con energías menos contaminantes, principalmente con electricidad y los metales son una parte esencial para su trasmisión.
“Ahorita una vez más se está dando un repunte super fuerte en todos los metales y eso tiene que ver con la crisis energética que hay sobre todo en Europa y en Asia, por ejemplo, la producción de aluminio, la producción de estos metales necesita una gran cantidad de energía eléctrica”, explicó.
Ganancias vs costos
Una tapa de fierro puede pesar entre los 50 kilos o más y este material ha rondado entre los 3.50 pesos y los 5 pesos por kilogramo este año en estos establecimientos, por lo que la ganancia de una persona que logre vender este bien público ronda los 250 a los 400 pesos, cantidad que contrasta con el costo de reponer estas tapas a la vía pública.
Una rejilla de piso tiene un costo para las arcas públicas de 9 mil 886 pesos, un pozo de visita cuesta 7 mil 894 pesos y una coladera pluvial tiene un precio de 2 mil 804 pesos.
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De acuerdo con una solicitud de información realizada por TELEDIARIO, el costo de la reposición de coladeras de los últimos tres años alcanzó los 9 millones 677 mil 337 pesos, de los que 4 millones 800 mil 488 pesos se habían gastado a noviembre de 2021, lo que representa el 49.61 por ciento, es decir, casi la mitad de lo invertido de 2019 a la fecha.
Los costos de reposición incluyen también los salarios de una cuadrilla de seis trabajadores en promedio, así como el material utilizado para su colocación.
Alcaldías más afectadas
En la capital, seis alcaldías concentran el robo o faltante de coladeras y son Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo, Azcapotzalco, Tlalpan e Iztapalapa.
En ellas hay avenidas primarias afectadas, muchas de las cuales son vías rápidas como Eje 3 Oriente, Eje 1 Norte, Congreso de la Unión, Río de los Remedios, Insurgentes Norte, Constituyentes, Avenida Celyan, Calzada Vallejo, Calzada Acoxpa y Calzada México- Tacuba.
En noviembre de 2015, un bebé de cinco meses de edad murió al caer accidentalmente en una alcantarilla sin tapa, ubicada sobre el arroyo de calzada Ignacio Zaragoza y Canal Río Churubusco en la alcaldía Iztacalco. Su madre de 21 años llevaba a su hijo en una carriola que se atoró en la coladera de 10 metros de profundidad y al tratar de destrabarla el menor de edad cayó en ella.
Buscan agravar sanciones al robo de coladeras
Precisamente por este riesgo, en el Congreso de la Ciudad de México se busca fortalecer las sanciones del artículo 220 del Código Penal para quienes cometan este delito.
El diputado de Morena Nazario Norberto ha propuesto una iniciativa para sancionar hasta con siete años de prisión y una multa de entre 100 a 500 UMAS (44 mil 810 pesos) a quien robe coladeras o cualquier otro equipamiento y mobiliario urbano de la Ciudad de México.
Actualmente, el Código Penal de la capital establece en su artículo 224 una sanción de dos a seis años prisión a quien cometa robo en contra del equipamiento y mobiliario urbano.
En entrevista, el diputado señaló que su propuesta se deriva del incremento de este delito en alcaldías, pero sobre todo por la afectación a los automovilistas que pueden sufrir grandes daños en sus vehículos, ya que en las noches las coladeras no se ven a simple vista, así como el gasto del erario público para reponer las que son sustraídas.
“Mientras no haya una sanción punitiva más enérgica a aquellos (los que roban las coladeras) se les hace fácil, porque es muy sencillo, a ellos no los agarran y si los agarran los dejan en libertad y como es la sanción mínima no les dan una fuerte penalidad, entonces es por eso que se ensañan”, consideró.
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Aunque el gobierno de la capital ya ha implementado algunas estrategias para frenar este delito, como la sustitución de materiales con las que se hacen las tapaderas, el legislador insistió en que es necesario elevar las penas para disminuir este delito.
Nazario Norberto asegura que su propuesta es apoyada por otras fracciones parlamentarias, además de su propio partido, por lo que considera muy probable que sea aprobada a más tardar en 2022.
Sustitución de materiales
En entrevista con TELEDIARIO, Rafael Carmona, coordinador General del Sacmex, explicó que para disminuir este delito han implementado la colocación de tapas de material no reciclable en lugar de las de fierro fundido.
La sustitución de materiales no sólo se ha hecho en las coladeras que han sido sustraídas, sino también en las principales avenidas de la ciudad.
No obstante, aclaró que, aunque ha habido un incremento en el número de robos este año, en 2019 y 2020 se mantuvo un promedio del robo de mil coladeras anuales.
“La sustitución se hace para reducir el número de robos, los números que yo tengo y te puedo dar es que en el 2019 tuvimos mil 167 robos y en el 2020 tuvimos 913 robos y hasta noviembre de 2021 tenemos del orden de mil robos de tapas, o sea, no se ha incrementado lo que hemos hecho es empezar a sustituir las tapas metálicas por tapas de origen plástico para reducir esos robos para controlarlo y así no permitir que crezca ese número”, explicó.
Añadió que prevén que con esta acción el número de robos disminuya, pese a las dificultades económicas que ha provocado a la sociedad la pandemia del covid-19 y que es uno de los factores que impulsa este delito.
Además del cambio de materiales, otra acción que han implementado es la colaboración con el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5) para que a través de las cámaras de videovigilancia se pueda identificar a quienes hacen estos robos, así como conocer qué días y horarios se da más este delito.
EHR