Rodeada de cuadros luminosos y jarrones decorativos, Carolina Garza Guerra, candidata a la gubernatura por el Partido Encuentro Solidario (PES), presumió que de chica fue voleibolista, buena para la natación, amante de la música disco y bailarina de flamenco.
En entrevista, cuenta que su bisabuelo fue Santiago Roel, escritor e historiador de Nuevo León, y desde muy chica hacía sus apuntes de lo que su abuela le narraba.
Aunque solo le gusta Twitter para entablar un diálogo y debate con sus seguidores, dice que su esposo es su principal fan porque la promueve en sus redes sociales.
Promotora del Frente Nacional por la Familia, se considera como feminista y asegura que nunca conoció personalmente a Marcial Maciel.
¿Dónde creció?
Viví primero en Monterrey y después nos mudamos a la colonia Del Valle, en San Pedro. Tengo un recuerdo muy bonito de cómo inició la época de los 60, en donde todo era tranquilidad y andábamos en bicicleta por todos lados, había mucha seguridad.
¿Cuál es su sueño frustrado?
Soy una mujer que siempre ha sido muy optimista. Cuando era muy chica, mis hermanos se reían porque me ponía a cantar en los espejos, imitando a Rocío Dúrcal, pero me di cuenta que más allá de cantar, mi vocación era dar conferencias. Me he realizado mucho como reportera, escritora y en la política.
¿Dónde estudió su carrera?
Soy licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Monterrey (UDEM) e hice una maestría en Ciencias de la Familia.
¿Tiene mascotas?
Bueno, ahorita tengo ositos, como puedes ver que se pasan por aquí. Cuando mis hijos eran chicos vivimos una época en México, porque mi esposo es de allá y los primeros años de casada tuvimos muchos perritos. Antes de casarme, en casa de mis papás, en Jalisco, tuve hasta mapaches, uno de nombre Mapi, que creció tanto que lo llevamos al zoológico.
¿Alcanzó el éxito deseado?
Más allá de estar buscando un éxito, yo disfruto las oportunidades que la vida me da día con día; fui diputada local, tenía el sueño de ser legisladora federal y de pronto se me abrió una puerta a la gubernatura. Tengo más de 30 años de experiencia y mi gran éxito es ser esposa, madre y abuela de tres nietas, la tercera nace el 6 de junio (día de las elecciones).
¿Colecciona algo?
La gran colección que tengo son fotografías de todas las épocas del pasado, verlas, disfrutar y recordar aquellos momentos.
¿Le gustan las redes sociales?
Tengo Twitter, que es lo que más me gusta de la parte intelectual del debate y un programa en Los Ángeles para darles ideas a los hispanos de salir adelante.
¿Qué le da miedo?
Lo que más miedo me da es que mis hijos algún día pierdan los valores humanos, me he percatado que los jóvenes ya no valoran la dignidad humana. Cuando tú no te conoces, no sabes lo que eres y lo que vales, tú no puedes respetar al otro.
¿Chayanne o Juan Gabriel?
Por supuesto que Juan Gabriel y la música de los 70, de nuestros grandes exponentes como Armando Manzanero y José José.
¿Practica deporte?
Lo he dejado, ahora más bien es la caminata, pero cuando no me da tiempo tengo la caminadora en mi recámara.
¿Platillo predilecto?
La carne asada, el guacamole y cebollitas con limón.
¿Las tareas de su casa tienen género?
No, tengo un marido que me ha apoyado en todo. Si estoy aquí para contender fue gracias a sus consejos, para él fue muy sencillo apoyarme en mis proyectos y en la casa.
¿Es verdad que le pone la cruz al feminismo?
No, es una mentira, desgraciadamente en la sociedad hay muchas etiquetas a los que defendemos la vida, los valores y no sé por qué hay grupos muy radicales. Soy una feminista pro mujer, toda mi vida he hablado de elevar a las mujeres, el feminismo es el que te engrandece. Los hijos se enriquecen porque aprenden de su papá y de su mamá, y esa es la diferencia: propongo un feminismo que haga mujeres nuevas.
¿Conoció a Marcial Maciel?
No tanto en persona; mis hijos como muchos estudiaron ahí (con los Legionarios de Cristo), no conocíamos esa faceta, conoces a muy buenos padres. Fue una tragedia y (hubo) doble moral, repruebo la conducta. Nunca tuve la oportunidad de estar con él; en una o dos ocasiones lo vi de lejos.
¿Qué libro marcó su vida?
En la carrera me marcó el libro de Los hijos de Sánchez, de Oscar Lewis.