El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que funcionarios del gobierno de Maru Campos pidieron a la federación que se retirara las fuerzas federales de la sierra de Chihuahua a cambio de que fueran entregados los cuerpos de los sacerdotes jesuitas asesinados por El Chueco.
En La Mañanera de Palacio Nacional, el Presidente aseguró que la violencia generada por el delincuente recién ejecutado fue porque hubo tolerancia de las autoridades locales con el grupo delictivo que encabezaba José Noriel Portillo Gil.
"¿Qué hicimos? Pues desde el primer momento actuamos, fue la Guardia Nacional, fueron elementos de la defensa, se inició la búsqueda, nos mandaron a decir de que si salía el Ejército iban a entregar los cuerpos y dijimos no.
Y de repente ya se había buscado y no estaban los cuerpos y de repente aparecieron los cuerpos por donde ya se había buscado, o sea que cambiaron de parecer porque la propuesta es ya entregamos los cuerpos y váyanse y dijimos no", explicó.
—¿Quién hizo la propuesta? se le preguntó.
"Del gobierno de Chihuahua", agregó sin querer entrar en detalles.
López Obrador explicó que como la federación se negó a esta negociación, los cuerpos de las víctimas aparecieron y el Ejército y la Guardia Nacional se mantienen en esa zona hasta el momento con la finalidad de frenar la violencia.
En tanto, mencionó que El Chueco fue ajusticiado y una de las teorías es que los delincuentes pensaron que ya con eso se iba a reducir la presencia del Ejército y la Guardia Nacional.
Sin embargo, dejó en claro que se mantendrán los operativos de seguridad en la zona el tiempo que sea necesario.
"Eso es lo que nosotros queremos, acuérdense que antes de encontrar a esta persona asesinada ya se había llevado a cabo la detención de un número importante de integrantes de su grupo", señaló.
LG