La propuesta de actualización fiscal de impuestos dentro del Paquete Económico 2020 representa que el gobierno federal, por tabaco, bebidas endulzantes y comida chatarra, recibirá 96 millones 123 mil pesos.
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En el ejercicio fiscal de 2020, la Federación percibirá los ingresos provenientes por: tabacos labrados, 43 millones 679.4; bebidas saborizadas, 28 millones 660.5; alimentos no básicos con alta densidad calórica, 23 millones 783.2.
Organizaciones de la sociedad civil consideraron que representa una valiosa aportación que “rompe con la parálisis en las políticas de salud pública” aun cuando el “aumento en términos reales no es el deseable” pero es un avance contra la obesidad y enfermedades crónicas mortales, como la diabetes y afecciones cardiacas.
En el Primer Informe de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador se reportó que en 2019 fallecieron del corazón 155 mil 450 personas; por diabetes 116 mil 929; tumores malignos 89 mil 113; enfermedades del hígado 41 mil 989; cerebrovasculares 36 mil 695 y padecimientos pulmonares 25 mil 374.
Existen otros conceptos donde se actualizaron los impuestos: bebidas con contenido alcohólico y cerveza, con lo que se obtendrán 62 millones 165.7: bebidas alcohólicas, 18 millones 888.4; cervezas y bebidas refrescantes, 43 millones 277.3 y bebidas energizantes. 11 millones 600 mil.
Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx, explicó que la propuesta presentada por el Presidente significa que, a partir del 1 de enero de 2020, la cuota para los cigarros, pasará de 35 centavos por unidad a 48.90 centavos.
“El ajuste contempla la inflación acumulada en el periodo del 2011 a 2019. La cuota específica se mantuvo sin cambios durante años, desde 2011”, dijo.
En el caso de las bebidas azucaradas, la cuota específica se actualiza de 1.17 pesos por litro a 1.2705, que abarca la inflación acumulada de 2018 y la estimada para 2019, de 3.6 por ciento.
“En ambos casos, la cuota se actualizará cada año, como sucede con el resto de los impuestos. En ambos casos se trata, no de un aumento en términos reales, sino de una actualización conforme a la inflación”, explicó Ochoa.
Con esta aportación, dijo, “se rompe la parálisis en las políticas de salud pública que predominó durante años, sobre todo durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Además, manda un mensaje claro e inequívoco que la salud ocupa un lugar importante en la agenda del actual gobierno.
“Sin embargo, para ahondar la disminución de prevalencia en el consumo es indispensable que la tasa impositiva aumente significativamente en términos reales, como recomienda la Organización Mundial de la Salud”.
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, apuntó que "la actualización anual del impuesto a las bebidas azucaradas de acuerdo a la inflación es una medida importante y más el reconocimiento que se le da a esta medida como política de salud pública y una necesidad para subsanar parte de los costos en salud que genera el consumo de estos productos.
“Es importante que se considere aumentar este impuesto al 20%, cómo se recomienda internacionalmente, y que los recursos se etiqueten al sector salud, tanto para atención como para prevención".
Las reformas a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, donde están contenidas ambas actualizaciones, deben pasar por un proceso de discusión y eventual aprobación en el Congreso de la Unión.
Los activistas advirtieron que estarán atentos a la interferencia de las industrias tabacalera y refresquera, especialmente por la presión que pondrán sobre los legisladores. Ambos no descartaron denunciar a aquéllos legisladores que sobrepongan los intereses económicos de unos cuantos sobre la salud pública de millones de mexicanos.
VJCM