El empresario circense Johnny Lam, se quedó sin aliento cuando supo que la Fundación Black Jaguar-Black Tiger de Eduardo Serio dejó en el abandono y hambrientos, a cerca de 180 grandes felinos. Tras la prohibición de los animales en los circos en 2015, él mismo le entregó 12 tigres blancos en el predio del Ajusco, que ahora ya están muertos.
“Los tigres blancos que teníamos fueron a parar a ese maldito lugar, pensando que iban a estar bien se los llevaron a ese maldito santuario susodicho”, reprochó, luego de que en redes sociales, el propio Edurdo Serio reveló que cuando “pasan la ley del circo sin animales, yo acabo rescatando entre 150 y 200 felinos en seis semanas”.
Tras las imágenes de felinos famélicos con las colas mutiladas, abandonados por Serio en el predio del Ajusco, MILENIO preguntó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) cuántos ejemplares fueron entregados por los empresarios circenses y cuál fue su destino, al entrar en vigor la prohibición.
A siete años del circo sin animales en México, la Secretaría informó que los empresarios circenses reportaron un inventario de 529 ejemplares, de los cuales, 396 fueron dados de baja, “ya sea por aprovechamiento, muerte o entrega a la Semarnat”.
De acuerdo con la dependencia, hasta 2014 se tenía un registro de 199 circos, los cuales contaban con un inventario de mil 91 ejemplares. El decreto por el cual “queda prohibido el uso de ejemplares de vida silvestre en circos” se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 9 de enero de 2015, por lo que la Secretaría integró un nuevo censo, solicitando información a los dueños de circos.
“Se solicitó mediante oficios a los titulares de los circos la necesidad de presentar a la brevedad sus inventarios y los informes de actividades correspondientes”.
La Semarnat indicó que recibió 67 informes, los cuales reportaron en sus inventarios un total de 529 ejemplares; mientras que 23 circos notificaron la suspensión de actividades de manera indefinida por no contar ya con ejemplares de vida silvestre, por lo que más de 100 circos no reportaron la información solicitada por la dependencia.
“A partir de la publicación del Decreto se ha informado la baja de 396 ejemplares, ya sea por aprovechamiento, muerte o entrega a la Semarnat”, resaltó.
De acuerdo con la Semarnat, los circos notificaron la entrega sólo de 29 ejemplares de vida silvestre a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS), con lo que las cifras reveladas por Eduardo Serio de que recibió “entre 150 y 200 felinos en seis semanas”, no cuadran con los datos que tiene la autoridad, quien justificó el hecho de que los cirqueros no tenían la obligación de reportarle el destino de sus ejemplares.
“El aviso de aprovechamiento de ejemplares, partes o derivados de vida silvestre no implica la obligación de los particulares de señalar el destino que se dará a los ejemplares; razón por la cual la Semarnat no cuenta con información certera al respecto. En esta misma línea, el aviso de aprovechamiento implica para los particulares la posibilidad de vender, donar o enajenar sus ejemplares”.
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Asimismo, la Semarnat aclaró que la entrega de ejemplares de vida silvestre a la Profepa o a la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS) se realizó bajo la figura denominada entrega voluntaria en los Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS) a cargo de la propia Secretaría, o bien directamente a Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) o predios o instalaciones que manejan vida silvestre en forma confinada fuera de su hábitat natural, la figura bajó la cual llegó a operar la Fundación Black Jaguar-White Tiger.
El 8 de julio de 2015, entró en vigor en México, la prohibición del uso de ejemplares de vida silvestre en circos, tras las modificaciones a la Ley General de Vida Silvestre, impulsadas por el Partido Verde y la asociación civil Animal Heroes.
Así que el empresario Juan Manuel Lam, conocido en el medio como Johny Lam, se desprendió de sus 12 tigres; también entregó un dromedario al Zoológico de Monterrey y dos llamas a un particular en Michoacán; se quedó con 10 caballos y los perros, que también eran parte del espectáculo circense.
“Tanto dinero, tanto esfuerzo, tanto trabajo tanto cariño por nuestros animales para que al final del día un susodicho protector de animales y de especies, haga la carnicería que está haciendo con los animales es triste es molesto, es indignante y que hasta este momento no hay un detenido. Dónde están todos los defensores de animales que tanto nos criminalizaron, porque no sacan la cabeza”, aseveró.
El día que la prohibición entró en vigor, la Profepa informó por su cuenta, que hasta ese momento, 75 circos en operación contaban con mil 46 animales, principalmente felinos, llamas y papiones. En ese entonces, la Semarnat dijo que sus seis centros para la conservación de vida silvestre, además de 108 zoológicos y Unidades de Manejo Ambiental estarían recibiendo a los animales.
En las modificaciones a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, y a la Ley General de la Vida Silvestre, se estableció que los circos debían presentar una base de datos que incluya el número y características de los ejemplares de vida silvestre que posean; información que se pondría a disposición de los zoológicos del país para seleccionar a los ejemplares que sean susceptibles de ser integrados a sus colecciones. La Semarnat afirma que ningún circo cumplió con la medida; pero MILENIO confirmó que los zoológicos sí recibieron ejemplares.
“Ningún circo entregó a esta Secretaría un listado de ejemplares con la finalidad de ponerlos a disposición de los zoológicos del país, lo anterior motivado por el descontento de la reforma realizada por el Poder Legislativo y por considerar que la entrega de los listados podría implicar dar información a la Semarnat-Profepa para sancionar a los titulares de los circos o bien un detrimento en sus bienes/patrimonio ya que los ejemplares de vida silvestre son/eran de su propiedad”.
Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Criaderos, Acuarios y Zoológicos de México, informó que su zoológico, el de Culiacán, recibió cerca de 100 ejemplares, que después distribuyó entre los zoológicos de Colima, Vallarta, Guadalajara y Reino Animal en el Estado de México. Además de que recientemente, junto con el activista Arturo Islas, lograron el rescate de dos elefantes de circo: Big Boy y Bireki.
“Ha sido una pregunta eterna, ¿dónde quedaron? Que si alguien sabe bien ¿cuántos quedaron, cuántos murieron? Hasta la fecha, Semarnat no ha dado una cifra de dónde están. Lo que sí te puedo decir es que muchos murieron y los pocos que se lograron rescatar pues son los pocos, se fueron a los zoológicos”, indicó.
Añadió que la prohibición de los animales en los circos, “fue una ley electorera, una ley para ganar reflectores, para posicionarse”.
Por su parte, el activista Antonio Franyuti dijo que la prohibición fue un éxito porque logró sacar a los animales del espectáculo y acusó que las autoridades fracasaron al imponer la prohibición.
“Habíamos trabajado con los diputados una iniciativa que daba 2 años a los circos para hacer esta transición, sin embargo, los senadores decidieron pasar una iniciativa que solo les daba seis meses (...) Creemos que las autoridades fracasaron porque no sabían cuántos animales había y siguen sin saber cuántos hay y dónde están”.
EHR