Claudia Valle se sentará en la silla de la Sala Superior que la llama desde hace nueve meses. Aunque sea de manera provisional, exprés y en calidad de urgencia. Con experiencia probada de 32 años dentro del Poder Judicial, será la magistratura que ayudará a que la Sala Superior pueda declarar la presidenta electa del próximo sexenio.
Valle Aguilasoncho ha sido parte de la incertidumbre y ahora de la solución. Su nombre no es nuevo. Desde hace más de un año concretó sus aspiraciones para llegar a la máxima autoridad electoral de este país: la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
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Se registró en el proceso, pasó todas las pruebas con las mejores puntuaciones, la Suprema Corte de Justicia de la Nación la eligió como una de las tres mujeres más idóneas para asumir una de las vacantes de la Sala Superior a partir de noviembre del año pasado, su nombre llegó al Senado, realizó las entrevistas, dio su visión de la justicia electoral y el 17 de octubre, la Comisión de Justicia del Legislativo la validó para la etapa final que nunca llegó.
Su nombre se quedó en el cajón y el Senado decidió no cumplir con los nombramientos, ni definir entre ella y otras dos magistradas finalistas a la indicada. Pero ayer, exactamente a nueve meses de que su camino se congeló, la Sala Superior hizo realidad el anhelo de sentarse en la silla de máxima decisión electoral en este país, de darle la atribución de emitir un voto definitivo e inatacable en la contienda más importante de la historia del país: la elección presidencial 2024.
Claudia Valle es experta en derecho electoral y derecho constitucional, y cuenta con una maestría en el Instituto Nacional de Estudios Superiores en Derecho Penal. Tiene 32 años de experiencia en el Poder Judicial pasando por todos los cargos de gran relevancia y actualmente es magistrada presidenta de la Sala Regional Monterrey.
Con su amplia trayectoria, Claudia Valle volverá a la Sala Superior que, en realidad, ya ha sido su casa. En dos ocasiones, fue la Secretaria General de Acuerdos de esta Sala Superior, el cargo más especializado y de mayor responsabilidad en este pleno, teniendo a su cargo el trámite de todos los juicios que pasan por este órgano de última instancia.
Valle volverá ocho años después, tras haber dejado la Secretaría de Acuerdos con la presidencia del ex magistrado Constancio Carrasco, para asumir la magistratura electoral regional que hasta hoy mantiene.
En su trayectoria, nunca se le ha relacionado con un bloque político pero sus sentencias han incomodado por igual. Por ejemplo, en octubre de 2023, MILENIO reveló que Morena no aprobaría su nombramiento porque no era bien vista por haber impulsado la primera anulación de un triunfo de ese partido en 2016, el de Soledad Luévano Cantú en Zacatecas.
Sin embargo, la magistrada ha mantenido su lejanía con grupos políticos y el único vínculo con el que se le relaciona, es con el magistrado de la Sala Superior, Felipe de la Mata Pizaña, así como con el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo y el ex magistrado Carrasco.
Desde la próxima semana, Claudia Valle podrá asumir en igualdad de condiciones una silla de la Sala Superior, aunque únicamente para la elección presidencial y por unos meses. En espera de que su nombre sea votado por el Senado de manera definitiva, quizá, algún día.
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