Bellas Artes, un palacio de 85 años

Fototeca MILENIO: Memoria de México

El emblemático edificio que es la sede principal de la Orquesta Sinfónica Nacional, la Compañía Nacional de Danza, la Compañía Nacional de Ópera y el Ballet Folklórico de México, cumple 85 años de vida.

El Palacio de Bellas Artes celebra 85 años de vida/Fototeca Milenio.
Porfirio Díaz colocó la primera piedra el 12 de abril de 1905/Fototeca Milenio.
El Palacio de Bellas Artes es uno de los proyectos más ambiciosos de la arquitectura mexicana./Fototeca Milenio.
Fue concebido por el presidente Porfirio Díaz, pero inugurado finalmente por Pascual Ortiz Rubio/Fototeca Milenio.
Ciudad de México /

Uno de los proyectos más ambiciosos de la arquitectura mexicana, el Palacio de Bellas Artes, celebra 85 años de existencia y se ha convertido en uno de los recintos artísticos más importantes, y no sólo alberga al Teatro Nacional de México, también al Museo Nacional de Arquitectura.

El edificio es la sede principal de la Orquesta Sinfónica Nacional, La Compañía Nacional de Danza, la Compañía Nacional de Ópera y el Ballet Folklórico de México.

Además, el Palacio de Bellas Artes alberga obras de los principales muralistas y pintores mexicanos del siglo XX: El hombre controlador del universo, de Diego Rivera; Chatarsis, de José Clemente Orozco; La nueva democracia, Víctimas de la guerra; Víctimas del fascismo y Tormento y apoteosis de Cuauhtémoc, de David Alfaro Siqueiros.

Nacimiento de la nacionalidad y México de hoy, de Rufino Tamayo, y La humanidad liberándose, de Jorge González Camarena.

El edificio es la sede principal de la Orquesta Sinfónica Nacional, La Compañía Nacional de Danza, la Compañía Nacional de Ópera y el Ballet Folklóric

La edificación del Palacio de Bellas Artes fue un proyecto emprendido por el presidente Porfirio Díaz, que se decantó por obras monumentales, entre ellas el Palacio Postal, el Hospital General, la Columna de la Independencia y aunque quedó inconcluso, el Palacio del Poder Legislativo, en donde hoy podemos apreciar el monumento a la Revolución.

Originalmente se concibió como el Nuevo Teatro Nacional y recayó inicialmente en el arquitecto italiano Adamo Boari/ Fototeca Milenio.

El proyecto del Nuevo Teatro Nacional recayó inicialmente en el arquitecto italiano Adamo Boari y del ingeniero Gonzalo Garita y el objetivo era construir un teatro moderno que no se apartara de las proporciones clásicas y que, al mismo tiempo, aprovechara los mayores adelantos tecnológicos de la época.

El predio que Garita seleccionó para la ubicación del nuevo teatro fue: la calle Mariscala (Avenida Hidalgo) al norte, la calle de Puente de San Francisco (Avenida Juárez) al sur, al oriente por la calle Santa Isabel (Eje Central) y al poniente por el Mirador de la Alameda (Ángela Peralta) donde se levantaba parcialmente el ex convento de Santa Isabel.

Para ampliar el proyecto del nuevo teatro se tomó la decisión de demoler el antiguo teatro, con lo que se prolongó hasta la calle 5 de Mayo, desde Bolívar hasta Santa Isabel (Eje Central).

El objetivo era construir un teatro moderno que no se apartara de las proporciones clásicas./Fototeca Milenio.

La construcción inició en 1904 y estaba planeada para cuatro años, pero en realidad fueron 30.

Porfirio Díaz colocó la primera piedra el 12 de abril de 1905.

La plataforma con rampas, escalinatas y explanadas ocupa una superficie de 7 mil 500 metros cuadrados; el espesor es de 2.40 metros de los que 1.38 son de concreto y el resto de tezontle.

La estructura de acero fue concluida en 1906 y posteriormente recubierta por concreto; los muros exteriores fueron recubiertos por el mármol más blanco del país que también fue utilizado para el basamento del edificio.

El mármol utilizado para los elementos ornamentales y las columnas fue traído de Carrara, Italia.

La construcción inició en 1904 y estaba planeada para cuatro años, pero en realidad fueron 30./Fototeca Milenio.

Debido al inicio de la Revolución Mexicana, la construcción del Nuevo Teatro Nacional se retrasó hasta que quedó completamente detenida en 1916 con la salida del país de Adamo Boari.

Entre 1917 y 1929 hubo dos intentos de retomar la construcción del teatro, pero fue hasta el gobierno de Álvaro Obregón que en 1921 pudo retormarse, por fin, el proyecto y se estableció un comité de suscripción pública para fondear su terminación.

Antes de la inauguración formal, en 1934, el Palacio de Bellas Artes era utilizado ya para eventos importantes./Fototeca Milenio.

El edificio era utilizado ya para eventos importantes y para 1928 pudieron utilizarse el exterior del teatro, el vestíbulo y las salas de espectáculos, aunque hubo que improvisar butacas.

En 1930, el presidente Pascual Ortiz Rubio emitió el acuerdo de terminación del Teatro Nacional./Fototeca Milenio.

En 1930, el presidente Pascual Ortiz Rubio emitió el acuerdo de terminación del Teatro Nacional.

Entonces, casi 30 años después, cambiaron el nombre al recinto que dejó de ser el Nuevo Teatro Nacional para convertirse en el Palacio de Bellas Artes que finalmente abrió sus puertas el 29 de septiembre de 1934.

En 1982, el estacionamiento se transformó en un jardín, doce años más tarde, se construyó un estacionamiento subterráneo, sobre el cual se levantó la plaza que conocemos actualmente.

​Con información de Un Paseo virtual del Palacio de Bellas Artes

​OVM

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