Computadoras y softwares cuestan al gobierno federal mil mdp al año

Según datos disponibles en la plataforma CompraNet, en el sexenio pasado, el gobierno federal pagó más de 6 mil 30 millones de pesos en ese rubro; en lo que va del actual sexenio se han ejercido mil 631 millones de pesos.

En el sexenio pasado, el gobierno federal pagó más de 6 mil 30 millones de pesos en ese rubro. (Archivo)
Rafael Montes y Rafael López
Ciudad de México /

La adquisición y renta de computadoras cuesta al gobierno federal cada año más de mil millones de pesos y pesar de las críticas del presidente Andrés Manuel López Obrador a un sector que considera dispendioso, no se ha podido reducir la dependencia sobre proveedores en materia informática.

Según datos disponibles en la plataforma CompraNet, en el sexenio pasado, el gobierno federal -incluidos algunos órganos autónomos- pagó más de 6 mil 30 millones de pesos en ese rubro; en lo que va del actual sexenio se han ejercido mil 631 millones de pesos.

Los mil millones de pesos que se ejercen al año en computadoras y softwares son superiores al presupuesto anual del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que este año recibió 877 millones de pesos o casi cuatro veces lo destinado a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, que ejercerá 262.8 millones de pesos en 2020.

Eduardo Bohórquez, director ejecutivo de Transparencia Mexicana, asegura que la adquisición o contratación de tecnologías de la información es un nicho favorable para la corrupción porque regularmente los sistemas informáticos se diseñan “como trajes a la medida” de las dependencias, lo cual permite ocultar sobrecostos.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) son dos de los organismos que históricamente concentran la mayor cantidad del presupuesto para estos insumos.

Gastos pasados

Los 6 mil 30 millones de pesos ejercidos en el sexenio pasado, de los cuales, 2 mil 3 millones se invirtieron en software, y más de 4 mil 27 millones en hardware, se repartieron entre más de 2 mil 400 contratos con mil 144 proveedores.

La mayor parte de los recursos, 3 mil 103 millones de pesos, es decir, 51.4 por ciento, se adjudicaron de manera directa a través de mil 35 contratos.

Otros mil 52 contratos, por 2 mil 137 millones, 35.4 por ciento, se asignaron mediante licitación pública y 378, 6.7 por ciento, por 407.2 millones de pesos, por invitación a tres proveedores.

A lo largo de los seis años de la administración pasada, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) fue la dependencia que más pagó por tecnologías de la información, pues en un solo contrato ejerció 992 millones 777 mil 979.60 pesos, seguido del IMSS, que firmó 217 contratos para repartir 957 millones 646 mil 431.32 pesos.

Después del IMSS; el Inegi es el que más contratos firmó el sexenio anterior, 114, por los que pagó más de 212 millones 481 mil pesos.

Sin diferencia

En el año y medio que lleva esta administración, la tendencia sigue siendo de pagar en promedio mil millones de pesos al año en tecnologías de la información.

En 18 meses, se han firmado 214 contratos con 132 proveedores por mil 631 millones de pesos, de los cuales más de 892.5 millones se invirtieron en software y más de 739 millones en hardware.

Al igual que el sexenio pasado, en lo que va de éste, el monto de recursos más grande, 57.99 por ciento, 945.9 millones de pesos, se asignó vía adjudicación directa a través de 141 contratos, mientras que 49 contratos, 28.6 por ciento, por 466.7 millones de pesos, se asignaron por licitación pública.

El IMSS es la institución que más ha erogado, 779 millones 265 mil 69 pesos por tres contratos, seguido de la Comisión Nacional del Agua, que por cuatro contratos ha pagado 384 millones 635 mil pesos; el Inegi es el que más contratos ha firmado, 12, por 18 millones 350 mil pesos.

Mientras en el gobierno pasado el proveedor más beneficiado fue Microsoft Group, con quien se firmaron 37 contratos por mil 514 millones de pesos, en la actual administración, las empresas de esa firma sólo han conseguido tres contratos por 224.5 millones de pesos.

Actualmente, el proveedor preferido es Mainbit SA de CV, con quien se han firmado 12 contratos y se le han pagado 400 millones de pesos, a diferencia del sexenio pasado, en que obtuvo ocho contratos, por 341.7 millones de pesos, lo que lo colocó en cuarto lugar, por debajo de Microsoft Group, Ted Tecnología Editorial y Source Toner de México.

De acuerdo con un análisis de la compañía Select, dedicada a la consultoría de la industria TIC, de 2018 a 2019 se registró una caída de 22 por ciento en el presupuesto del gobierno federal destinado a tecnologías de la información y la comunicación.

Aunque para 2020 se esperaba un incremento del 15.3 por ciento, la realidad es que, con el anuncio del recorte del 75 por ciento en gastos de operación para ahorrar y hacer frente a la pandemia, en el sector de TIC, el presupuesto cayó en 17 por ciento, explica Alejandro Vargas, analista de la compañía.

Vargas destaca que el recorte anunciado en abril, solo afectó a los capítulos 2000 y 3000, en los que se encuentran refacciones de cómputo, cartuchos de tinta y servicios de desarrollo de software y de aplicaciones, servicios de consultoría, servicios de datos y de internet, entre otros.

Sin embargo, el capítulo 5 mil no está incluido en los recortes y ahí se agrega la adquisición de licencias de software y de equipos de telecomunicaciones.

“Aquí no hubo un recorte respecto de 2019, aquí hay un crecimiento de 60 por ciento respecto a lo que se ejerció el año pasado”, asegura.

Es decir, pese a la austeridad, el gobierno federal sigue destinando dinero y aumentándolo para la compra de software.

El software, el más vulnerable a la corrupción

El especialista en contrataciones públicas Eduardo Bohórquez asegura que las formas más graves de corrupción pueden darse en la adquisición de softwares.

“Esa es la parte más delicada de compra tecnológica, porque los sistemas de información suelen ser o presentarse como trajes a la medida y como no son bienes estandarizados, lo que ocurre es que cada sistema de información es único y, por lo tanto, su costo varía inmensamente, incluso si se trata de temas de la misma complejidad”, explica.
“En un diagnóstico que hicimos de la SEP en el 2016, la SEP tenía más de 200 sistemas de información y muy poquitos de ellos se hablaban entre sí. Para que te imagines de qué tamaño es el tema”, dice.

Sin embargo, agrega, las empresas se han adaptado y ya no sólo proveen de computadoras o no sólo proveen de software, sino que ofrecen paquetes de servicios integrales. Esto hace más complicado el monitoreo del gasto al no diferenciar uno de otro.

“Empezaron a crear paquetes de servicios integrales y ya no solo estás arrendando la computadora, que es un arrendamiento financiero tradicional, sino que recibes un paquete de mantenimiento y servicios y eso hace que los precios empiecen a crecer y se agreguen sobreprecios, porque ya no estás solamente rentando el equipo”, dice Bohórquez.

Un ejemplo que ilustra muy bien esta oportunidad de elevar los precios, dice Bohórquez, es el de la llamada App 115, como nombraron organizaciones ciudadanas al intento de la Cámara de Diputados en 2013 de adquirir una aplicación para leer noticias, que costaría 115 millones de pesos y que se demostró que con 500 mil pesos podría desarrollarse. Un grupo de jóvenes investigadores hizo la app y se la regaló al Congreso.

De todos tamaños

Una característica del mercado de hardware y software es la amplia atomización de los proveedores.

De los 2 mil 475 contratos que se firmaron el sexenio pasado, 787 fueron con microempresas, 937 con pequeñas, 366 con medianas, 362 con grandes y de 23 no se especificó el tamaño.

En el actual gobierno, de los 214 contratos que se han firmado, 43 fueron con microempresas, 53 con pequeñas, 41 con medianas, 48 con grandes y de 29 no hay datos.

“La atomización se explica más por el diseño presupuestal, que se la van cargando a los proyectos, y que nunca tienen la capacidad financiera para comprar todo en una sola operación”, explica Bohórquez.

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, por austeridad y política anticorrupción, es necesario reducir la compra de computadoras.

“Los que lucharon en otros tiempos por la libertad, por la justicia, por la democracia, por la soberanía… ¿qué?, ¿estaban esperando que tuvieran sus computadoras para luchar, para transformar?”, ironizó en su conferencia matutina del 6 de julio.

Respondía así a un cuestionamiento sobre el recorte de tres de cada cuatro computadoras en la Secretaría de Economía.

Para rematar, recordó que desde su campaña prometió que su gobierno no compraría más equipos de cómputo “por el desorden, el desbarajuste y la corrupción que imperaba… ¡si lo que sobraban eran computadoras!”.

ledz

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