Al mes a la organización Red de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Ddeser) en Tlaxcala llegan un promedio de 10 a 15 niñas y adolescentes, que de manera voluntaria desean interrumpir su embarazo, situaciones que pueden considerarse como víctimas de violencia infantil.
En este sentido la activista, Rosario Texis Zúñiga, quien dirige esta Red, explica que han recibo niñas de 11 a 13 años y que han sido víctimas de un proceso de enamoramiento por parte de personas mayores de edad, lo cual se puede considerar como un abuso y violencia sexual donde son obligadas o inducidas a tener relaciones sexuales.
En el contexto abundó que de 30 casos que brindan orientación y ayuda, al menos 15 de estas jovencitas desean suspender el embarazo y el resto continuar, por lo que la organización busca la maneara de que se les atienda medicamente y la vez reciban apoyo psicológico, legal y en materia de derechos humanos.
Desde su perspectiva considera este problema se debe entre otras cosas por la falta de acceso a métodos anticonceptivos, y hora con la violencia sexual que incremento en el hogar por la pandemia se dispararon los embarazos en adolescentes, aunque también se ha registrado un incremento en la interrupción del embarazo.
Texis Zúñiga, mencionó que de cada 10 mujeres embarazadas que reciben por lo menos tres son adolescentes, “y esto siempre ha sido un problema social en Tlaxcala que no se ha podido frenar y sigue avanzando”.
La activista agregó que han dado acompañamiento a cinco niñas y adolescentes que fueron víctimas de violación y resultaron embarazadas, por lo que de acuerdo a la norma 046 se solicitó la interrupción del embarazo, aclara que de estos un caso fue por cuestión de salud donde el embarazo ponía en riesgo la vida de la joven.
Por ultimo cabe informar que los municipios de Cuapixtla, Altzayanca, el Carmen Tequexquitla, San Pablo del Monte, Huamantla, Atlangatepec, Tlaxco, Papalotla, Xicohtzinco y Acuamanala se detectó el incremento de embarazos en este sector de la población.
AFM