El ruido reina sobre el bulevard Adolfo López Mateos de Tampico, los motores de los coches y el sonido del claxon es lo único que se escucha en el momento que el semáforo cambia a la luz verde. Todos tienen prisa por llegar a la escuela, a sus trabajos.
Apenas son las 7:45 horas y José Matinzon, un obrero general, ya recorrió la mitad del camino, pero no lo hace en auto, mucho menos en transporte público, lo hace en su bicicleta de una manera muy peculiar, con un gran sombrero muy mexicano, a propósito del mes patrio.
- Te recomendamos ¡Con salsa de la que pica! Llega el 'Elote tricolor, 'Mexicanito' a Ciudad Victoria Gastronomía
"Vengo desde la colonia Puerto Alegre, ahí por Miramapolis, voy aquí por la curva Texas a trabajar; soy eléctrico, hago un poco de albañilería y todo lo que se necesite en reparación del hogar", señaló José.
Una alternativa que le mejoró la vida
Desde hace poco más de año y medio, José Matinzon, hace un recorrido aproximado de 12 kilómetros, tiene una gran condición física a sus 62 años de edad, gracias a los recorridos que casi a diario hace.
"Gracias a Dios me siento bien, estoy fuerte, sano, no necesito un gimnasio; antes yo era muy gordo pero el usar mi bicicleta me ha puesto bien físicamente, qué gimnasio ni qué nada. Tengo unos diez años usando mi fiel bicicleta, es mi mejor compañera, no me deja tirado ni nada, ahorro dinero y físicamente me pone bien", indica.
Con su distintivo sombrero; orgulloso de sus raíces
Los autos siguen su marcha sobre la vía, es inevitable voltear a ver a José por el gran tamaño de su sombrero mexicano que, además le ayuda a protegerse de los rayos del sol.
"¡Arriba México! Ya tengo dos años con este sombrero, está un poco roto, pero me hace sentir muy mexicano, orgulloso de mis raíces. Siempre lo he traído y ya en estos días compraré otro, no son tan caros, andan en unos 200 varos. Es el mes patrio y aunque sea otra fecha siempre lo estoy usando", señaló José.
La sonrisa es de oreja a oreja, está feliz por tener buena salud y seguir trabajando a su edad. Aún hay tramo por recorrer para llegar a su destino.
"Como dijo Clint Eastwood, 98 años y sigue dándole a sus películas, 'hasta que el cuerpo aguante', mi trabajo me ha dado para comer todos los días, para disfrutar de mis dos nietos", puntualizó.
La mirada del ciclista urbano se centra sobre el bulevar, antes de llegar a la avenida; con su pie derecho impulsa el pedal, hace girar las desgastadas llantas que marcan la suma de los kilómetros andados, y poco a poco el obrero se pierde en las distancias con aquel gran sombrero de palma que le hace sentir el orgullo de ser mexicano.
BRR