En medio de la pandemia de la covid-19, en Puebla, 90 por ciento de las personas reportan que sufrieron en algún tipo de violencia; mientras que uno de cada cinco habitantes reveló que enfrentó agresiones físicas.
De acuerdo con los resultados de la investigación “Enojo y violencia Familiar durante la Pandemia por COVID-19 en el estado de Puebla", realizadas por investigadores del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Iberoamericana Puebla, con el apoyo del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Puebla (CONCYTEP), nueve de cada 10 poblanos reconoce que ejerció violencia en algún momento al sentirse enojadas.
“El 89.5 por ciento de los participantes afirmó haber sido víctima de violencia psicológica por parte de un familiar enojado, generalmente el cónyuge. Asimismo, el 94.4 por ciento de las mujeres y el 91.6 por ciento de los hombres han ejercido, estando enojados, algún tipo de violencia psicológica hacia algún familiar durante estos más 16 meses de pandemia”, detalla el estudio.
Raúl Alcázar Olán, académico del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Iberoamericana Puebla, destacó una gran parte de las familias poblanas está registrando un aumento de la violencia durante el confinamiento por la pandemia de la covid-19.
- Te recomendamos Falta de estimulación intelectual, la mayor crisis con educación a distancia: Ibero Comunidad
La investigación realizada durante el periodo de verano de este 2021 que incluyó una muestra de 665 adultos, muestra que, durante la pandemia, 33.5 por ciento de las personas ejerció o ejerce violencia física contra algún familiar, la mayoría de las veces hacia la pareja, aunque también hacia los hijos.
“El enojo excesivo, entre otros factores, es un elemento que aumenta las reacciones violentas, especialmente las de carácter psicológico. En consecuencia, el manejo emocional se vuelve indispensable para disminuir dichos episodios de violencia”, ecplicó Alcázar Olán.
El académico de la Ibero Puebla, quien forma parte del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), destacó que, ante los resultados, se desarrollaron propuestas para la creación de políticas públicas que contribuyan a reducir el problema.
“Si bien no se trata de un problema nuevo, muchas familias han padecido un aumento de la violencia a partir de una serie de causas derivadas del confinamiento por COVID-19, destacó.
Los gobiernos federal y estatal han realizado esfuerzos para combatir la violencia familiar, mediante programas que buscan remediar el problema o sancionarlo; sin embargo, por ahora, existe un reducido número de iniciativas para la prevención, explicó el especialista que creó la Escala de Pensamientos de Enojo, reconocida por la American Psychological Association (APA).
Comentó que existe más información estadística sobre la violencia hacia las mujeres que hacia los hombres; sin embargo, en general, la violencia más recurrente está en las relaciones de pareja, en la cual hombres y mujeres han ejercido varios tipos de violencia hacia su cónyuge.
Agregó que como parte de la investigación realizada se trabajó en propuestas para una política pública que busque reducir el problema del enojo excesivo y la violencia familiar, entre las que destacan: implementar de medidas preventivas para fomentar el autocontrol del enojo y el cuidado mutuo en las relaciones familiares.
De la misma forma, se propone el diseño de acciones que impulsen a que la población analice el problema mediante diversas actividades y medios; aumente la participación de la sociedad civil como promotores de la lucha contra la violencia familiar, y se reconozcan los daños del enojo excesivo y la violencia familiar.
mpl