“Solo vengo por mi dinerito, con eso pago mis medicinas"

Historia

Leobardo Cruz Espinoza, que llegó con la ayuda de su yerno desde la colonia Niños Héroes a recibir la orden de pago de la pensión del Gobierno Federal

Leobardo Cruz Espinoza, que llegó con la ayuda de su yerno desde la colonia Niños Héroes (Especial)
Jesús Alberto García
Tampico /

A las 9 de la mañana un grupo de adultos mayores ya habían bloqueado el carril de norte a sur de la avenida Hidalgo, enojados porque los citaron en el Auditorio Municipal de Tampico para entregarles la orden de pago de la pensión del Gobierno Federal, pero la puerta estaba cerrada.

Bajo un árbol que está frente al Auditorio, sentado en una silla de plástico que él mismo llevó (sabía que iba a esperar), está el señor Leobardo Cruz Espinoza, que llegó con la ayuda de su yerno desde la colonia Niños Héroes, en la zona norte de la ciudad.

Acudió desde las 8 de la mañana, pero la puerta del espacio propiedad de la ciudad estaba con puertas cerradas, así que como los ciudadanos pensaron que no los iban a atender, decidieron “cerrar la calle”.

La presión de los ciudadanos, la mayoría mayores de 70 años, generó que los Servidores de la Nación acomodaran sillas y mesas en plena calle, bajo los rayos del sol que se alcanzaban a colar entre la nubosidad del cielo, pero eso no le importó al señor Leobardo, a quien los funcionarios federales le dijeron que esperara, que le iban a dar la orden de pago.

Leobardo Cruz Espinoza acudió a recibir su pensión 65 y más (Yazmín Sánchez)

Bajo la sombra del árbol, con sombrero veracruzano y cubrebocas negro, sostiene un bastón con el que se apoya para andar, ya tiene dos horas y media sentado en su silla de plástico de color amarillo, pero todo vale la pena.

El desorden que se observa afuera del Auditorio municipal, entre Servidores de la Nación, adultos mayores que esperan y otros que van llegando del brazo de algún familiar, poco le importa a Leobardo, porque sabe que el “dinerito” le hace falta.

“Me ayuda bastante, a mí sí me sirve para mis medicinas, es para lo que me alcanza”, comenta, ya que los 3 mil 100 pesos los utiliza para tratar sus reumas y una lesión en uno de los dedos del pie derecho, el cual se señala con su bastón y tiene muestras de curación, lo cual sobresale entre sus guaraches.

Del otro lado del gentío y muy cerca de la Casa de la Cultura, ya que se estima que hay por lo menos 400 abuelitos, camina la señora Minerva Rodríguez Lucio con su mamá Leonarda del brazo, porque ya se le dificulta desplazarse y no puede estar tanto tiempo de pie.

Acudieron en taxi desde la colonia Morelos, que está muy cerca del Auditorio Municipal, porque la señora de 93 años no puede con facilidad desplazarse en carro de ruta.

Abuelitos decidieron cerrar la avenida (Yazmín Sánchez)

Minerva fue hábil, dialogó con los Servidores de la Nación y consiguió que fuera despachada la señora en poco tiempo, en menos de una hora ya tenía su papel para ir a cobrar el dinero de la pensión del Gobierno, “ya que es lo que podía hacer porque mi mamá no puede esperar, no puede estar mucho tiempo así”.

Caminan de un lado a otro, Doña Leonarda va lento del brazo de su hija, buscan un taxi que las lleve a casa, ya después van a pensar en cobrar el recurso gubernamental, lo importante es que ya podrán comprar lo que les hace falta a la ciudadana de 93 años.

Aproximadamente a la una de la tarde, el personal del municipio abrió las puertas del Auditorio Municipal y tanto los funcionarios federales como los beneficiarios, ingresaron, se sentaron en las bancas y siguieron con la entrega de los documentos, ya que el objetivo son 18 mil personas y tuvieron hasta las 5 de la tarde, de acuerdo a la información que proporcionó Elizabeth Cruz Hernández, coordinadora de Programas Sociales en el sur de Tamaulipas.

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