Abuso sexual, maltrato con repercusiones en la vida de los menores

Los efectos son traumáticos porque dejan de ser alegres y se convierten en personas deprimidas, asegura Dulce María, investigadora en psicología social.

Un hombre camina tomado de la mano con un menor | Andrés Lobato
Jaime Zambrano
Puebla /

El abuso sexual en menores es uno de los casos de maltrato infantil con repercusiones en la vida psicológica, social y evolutiva porque las víctimas dejan de ser alegres y se convierten en personas poco sociables, ante lo cual, se requieren tratamientos y acompañamiento especializado, expresó Dulce María Pérez Torres, investigadora en psicología social de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).

Los efectos en los menores de edad son traumáticos porque dejan de ser alegres y se convierten en personas deprimidas; además, pasan la mayor parte del tiempo en la soledad y quieren borrar de sus vidas el suceso.

“Es muy traumático lo que pasa con los niños porque los menores dejan de ser alegres, se vuelven deprimidos, van a estar mucho tiempo en soledad, no van a querer compartir, van a querer de borrarlo de su vida. Los sueños pueden ser muy perturbadores, los niños pueden orinarse en la cama y hasta defecar como una medida para decir al mundo lo que les ha padado. Es un daño físico y psicológico muy profundo”, apuntó Pérez Torres.

Los menores que son víctimas de abusos sexuales cuando crecen sin el acompañamiento adecuado, pueden repetir la acción con otros menores o pueden ir en contra de su agresor sexual y hasta pueden quitarle la vida.

“El abuso sexual deja daños físicos y psicológicos de toda índole. En el ámbito psicológico son muy solitarios, deprimidos o agresivos. Se va acumulando la ira y cuando crecen pueden repetir la acción o van contra su agresión sexual”, destacó.

En entrevista para MILENIO Puebla, Pérez Torres destacó que un menor que es víctima de abuso sexual, pide ser atentado, ante lo cual, los padres de familia deben acudir con especialistas para que sean apoyados.

“Se convierten en personas poco sociables. Los niños comienzan a jalonearse las cutículas. Un menor pide a gritos ser atendidos. Es importante llevar a los menores con psicólogos para que reciban los tratamientos”, apuntó.

Después de que el pasado 21 de abril de 2021, el legislador federal de Morena por Puebla, Benjamín Saúl Huerta Corona, fue acusado en la Ciudad de México, por presunto abuso sexual a un menor; mientras que el pasado 24 de abril, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México informó que recibió la denuncia de otro menor de edad, la especialista resaltó la importancia de que las familias no permitan que los mejores estén con personas adultas a solas.

“No se debe permitir con los menores se vayan a algún refugio para jugar por separado. Debemos estar muy atentos cuando una persona cercana, sea familiar o no familiar, pide a un niño. El abusador, premedita y planifica el abuso y casi no nunca es juzgado. Regularmente, la víctima por el temor guarda silencio”, destacó la especialista de la Upaep.

Resaltó la importancia de que las autoridades apliquen todo el peso de la ley contra los agresores sexuales de menores de edad. “La ley tiene que ser muy fuerte para aplicar todos los condicionantes. Maltratar a un niño, implica la cárcel”.

En casa, los padres de familia deben estar atentos a la forma en que escriben los menores, ya que, aquellos que entierran el bolígrafo, están diciendo, de alguna manera, que fueron víctimas de algún tipo de agresión, recomendó la especialista.

“Es muy importante vigilar la forma en que escribe el menor. Cuando se presenta un maltrato, el menor entierra mucho el bolígrafo o el lápiz”, finalizó.

AFM

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