La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) aceptó a más 17 mil aspirantes a estudiar en alguno de los planteles de educación media superior y, a partir de completen su registro, adquirirán el estatus de estudiantes en la modalidad en línea; mientras que la Prueba de Admisión y Diagnóstico de Nivel Medio Superior (PAD-NMS) 2020 que se aplicará en diciembre de este año se transforma en Prueba de Ubicación en las modalidades presencial o mixta.
El rector, Alfonso Esparza Ortiz, destacó que, de los 20 mil aspirantes a programas de nivel superior y programas de nivel técnico, 17 mil se registraron para estudiar en los bachilleratos y en preparatorias.
Señaló que, a partir de septiembre, los 17 mil nuevos estudiantes de la máxima casa de estudios de nivel medio superior comenzarán clases en el formato en línea y aquellos que cumplan con todos los requisitos, podrán hacer la Prueba de Admisión y Diagnóstico de Nivel Medio Superior (PAD-NMS) que se transformará en Examen de Ubicación para las modalidades presenciales, donde las clases comenzarán cuando las condiciones de salud lo permitan; o para la modalidad mixta en donde los estudiantes podrán acudir dos días a la semana para realizar prácticas de laboratorio y el resto de las clases serán en línea.
Esparza Ortiz explicó que se tomó la decisión de aceptar a todos los aspirantes a bachillerato y preparatorias a partir de que se detectó que no tenían las mismas condiciones para presentar en línea la Prueba de Admisión y Diagnóstico de Nivel Medio Superior (PAD-NMS) este 4 de agosto, lo cual generaría una inequidad.
El cambio en la prueba de Admisión se realizó luego de que el personal de la Dirección de Administración Escolar (DAE) de la BUAP detectó que una gran cantidad de aspirantes presentaron diferentes problemas con la conexión a Internet, por lo que, no era viable que presentaran la evaluación que tiene el factor tiempo como clave para conocer su desempeño.
De forma adicional, se realizaron ejercicios de prueba con 10 preguntas y, en diferentes casos, se detectó que no se podía comprobar que el aspirante era la misma persona que estaba contestando la evaluación.
En otros casos, los aspirantes tenían hasta dos dispositivos para poder realizar la evaluación, lo cual generaba problemas en el sistema; mientras que unos más, carecían de acceso a internet pese a muchos esfuerzos por estar cerca de una antena.
“Durante más de cuatro días de la semana pasada, estuvimos permanentemente, realizando ejercicios, haciendo pruebas, dando acceso a los jóvenes que solicitaron el ingreso. Se realizaron pruebas pilotos con 10 preguntas, se hizo el monitoreo para dar asesoría. En todos los casos vimos que no había la posibilidad de garantizar que el joven que realizaba el examen lo iba a terminar (...) En fin, se presentaron una serie de factores. Algunos jóvenes se tenían que ir hasta la antena para poder conectarse. Creemos que todos los jóvenes deben tener las mismas oportunidades”, apuntó.
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