Activistas del Edomex reconocen saldo blanco en marcha feminista; piden atender exigencia

Sin embargo, no descartaron la presencia de infiltradas que causaron el movimiento más agresivo.

Las protestas son "un grito de desesperación para ser escuchadas". | Tania Contreras
Abadiel Martínez
Toluca /

Rosa María Oviedo, presidenta de la asociación civil “Nivel Humano”, y Sandra Lucía Hernández, presidenta fundadora de "Tejiendo un Sueño", ambas integrantes de la iniciativa Spotlight México, reconocieron que en la entidad mexiquense hubo saldo blanco durante las manifestaciones por el 8M; sin embargo, a pesar de coincidir con las exigencias no descartaron la presencia de infiltradas que causaron el movimiento más agresivo y sentenciaron que la única forma de que estas protestas escalen en violencia, las autoridades deben atender las peticiones de las legitimas feministas.

María Oviedo comentó que ayer, durante la marcha, estuvo con el titular de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, Rodrigo Martínez-Celis, monitoreando cada paso de las feministas para detectar algún tipo de agresión contra ellas y reconoció que hubo saldo blanco, ya que las autoridades estatales no violentaron las expresiones de las mujeres. “Creo que ayer hubo un saldo blanco y también las autoridades se dan cuenta que pueden hacer más, precisamente para respetar el derecho de las mujeres”.

Sin embargo, puntualizó que con esto Martínez Celis pudo observar que hubo personas infiltradas, las cuales habrían sido las responsables de llevar la manifestación a tintes anarquistas. “Lo que sucede ayer, no es que escale, estoy segura de que hubo algunas infiltradas dentro de los movimientos que vienen a desvirtuar lo que nosotras solicitamos".

Por su parte, Lucía Hernández señaló que la esencia de la manifestación feminista es hacer eco en las autoridades y en la sociedad para erradicar la violencia y discriminación del género, pero consideró que las protestas pueden ser pacíficas. “Estas manifestaciones son un llamado a las instituciones y también a la sociedad, es un grito de desesperación para ser escuchadas, pero en procesos de resistencia y autonomía no de agresión; considero que el movimiento feminista es pacifista”.

Ambas coincidieron que el movimiento feminista, sin otros intereses de por medio, es loable y que si los gobiernos no quieren que estas escalen a niveles más violentos, deben atender las demandas de las mujeres, hacer valer la justicia, erradicar la impunidad, atiendan las solicitudes y que se respeten sus derechos humanos.

KVS

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