Asilos de adultos mayores en los municipios de San Pedro y Francisco I. Madero, atienden en su mayoría a personas en abandono que no cuentan con familia y que se encuentran vulnerables.
La estancia municipal del Adulto Mayor “Elena Dávila Dávila”, de Francisco I. Madero, que fue inaugurada en diciembre de 2007, actualmente cuenta con 12 personas, quienes son atendidas por enfermeras y personal capacitado en materia de psicología y rehabilitación.
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Josefina Hernández, directora de la estancia, manifiesta que cada vez se ha mejorado las condiciones del lugar, para brindar una mejor atención.
Anteriormente era una estancia en donde las personas podían salir y regresar a dormir y consumir sus alimentos, pero debido a la pandemia, se determinó que su estancia fuera permanente para garantizar su salud.
En este lugar no se cobra por la estancia de las personas, por lo que los gastos que se tienen en alimentación, atención médica, medicamentos, rehabilitación y cuidados, corren por parte del municipio, pues no se cuenta con el apoyo de empresas. Instituciones educativas como la escuela de enfermería “Benito Juárez”, que en ocasiones envía a estudiantes para que hagan su servicio social.
La directora de la estancia, manifestó que están abiertos a recibir apoyo ya sea en especie o con actividades y convivencia con los adultos mayores.
La estancia cuenta con un total de 27 personas, entre personal de enfermería, cocina, lavandería, así como los Jóvenes de Construyendo el Futuro, quienes los apoyan con el cuidado de los ancianitos.
Apoyo de empresas y sociedad
Al igual que en Madero, en la Casa del Anciano “Elsa Hernández de las Fuentes” de San Pedro de las Colonias, son personas en condición de abandono las que se encuentran en este lugar, en donde son tratados como una familia.
Caro Fuentes Rubio, presidenta honoraria del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia, manifiesta que quienes llegan a este lugar ingresan por voluntad propia, ya que muchos de ellos no cuentan con familia.
Actualmente cuentan con 17 adultos mayores, aunque se tiene una capacidad para atender hasta 27 personas.
Menciona que de manera constante se les realiza visita para conocer las necesidades que tienen, pues es el municipio el encargado de los gastos además del apoyo que reciben de la sociedad y de empresas.
La presidenta del DIF, reconoce que es complejo, pero no complicado atender el lugar, ya que se brinda el apoyo y la atención que requieren los adultos mayores tanto en atención médica, como en alimentación y cuidados.
La casa del anciano en el municipio de San Pedro, cuenta con 25 personas quienes atienden las necesidades de los adultos mayores, además de que se tiene el apoyo de escuelas de enfermería quienes brindan servicio de manera gratuita.
En la estancia conoció el amor
María Concepción Campos Hernández, conocida como “Conchita”, llegó hace dos años y medio a la estancia del Adulto Mayor de Francisco I. Madero, lugar al que la llevó una de sus sobrinas que no podía cuidarla, pues ya no contaba con más familia.
Conchita, manifiesta que cuando la llevaron al lugar, iba con algo de incertidumbre, pues no sabía a dónde la llevarían, sin embargo al llegar empezó a conocer a sus compañeros con quienes ha hecho una bonita amistad.
“Sí me sentí un poco desencantada porque de repente me dijeron, te vamos a llevar a un asilo o a un lugar donde están los ancianitos, si me sentí mal, porque dije que estará mejor, estar en mi casa sola o estar con los abuelitos”.
Asegura que es en este lugar en donde se ha sentido agusto, ya que cuando vivía acompañada de su hermana, estaba la mayor parte del día sola debido a que ella trabajaba y cuando falleció se la llevó su sobrina, pero ya no pudo cuidarla.
Estuvo casada, pero no tuvo hijos, pues asegura que se embarazó, pero debido a un accidente, perdió a su bebé y poco después su esposo falleció.
“Me quedé sin familia y mi señor enseguida falleció y me fui a Torreón a trabajar, pero después me fui con mi hermana”.
Recientemente Conchita participó en el evento para elegir a la reina de los Adultos Mayores, representando a la estancia, en donde fue coronada como princesa.
“Qué bueno que voy a representar a la estancia y a los que viven aquí, a todos mis compañeritos y ahora soy la princesa”.
Fue en la estancia en donde conoció a Lucio quien es su novio, por lo que ahora lo que menos piensa es en irse, ya que es ahí donde conoció el amor.
“Aquí lo conocí y menos me quiero ir, porque si me voy, me lo voy a querer llevar”.
Menciona que cuando entró, él tuvo una desilusión ahí mismo en la estancia, por lo que Lucio empezó a acercarse a ella y a platicar sobre lo que le había pasado, por lo que con el paso del tiempo, le pidió que fuera su novia.
“Ya después me empezó a seguir y a seguir por todos lados y me dijo que quería que fuera su novia porque estaba triste”.
Asegura que Lucio la conquisto por su alegría y por los poemas y versos que le compone, pues le cuenta que en su juventud fue payaso.
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