Advierten crisis educativa a tres años de cierre de escuelas por covid-19

En los dos últimos ciclos escolares, que tuvieron lugar durante la pandemia, ocurrió una fuerte caída de la matrícula de educación básica, decreciendo en 1 millón 139 mil 571 estudiantes.

Al inicio de la pandemia, 14 de cada 100 NNA en edad de cursar la educación básica no ejercían su derecho a aprender. | Archivo
Alma Paola Wong
Ciudad de México /

Hace tres años se cerraron las escuelas por la emergencia de covid-19 y desde entonces se comenzó a gestar una crisis educativa sin precedentes que, al no ser atendida adecuadamente por las autoridades educativas de forma federal y local, agravará los problemas de abandono escolar y pérdida de aprendizaje de las niñas, niños y jóvenes, advirtió la organización Mexicanos Primero.

El 21 de marzo de 2020 las autoridades educativas y sanitarias decretaron el confinamiento por la pandemia, y México fue el país que mantuvo las escuelas cerradas por más tiempo, aproximadamente 210 días para el caso de educación básica; lo que representa más de un ciclo escolar completo.

La investigadora en MP, Katia Carranza, advirtió que aunque las escuelas volvieron a abrir sus aulas, no existió un plan de retorno, lo que ocasionó una grave pérdida de aprendizajes que desencadenó en abandono escolar.

Pese a que la autoridad educativa lo tiene claro y la mayoría de los estudiantes regresó a la escuela hace ya casi dos ciclos escolares, los planes de acción formulados no han sido adecuadamente implementados, añadió.

“Actualmente nos encontramos en una crisis educativa sin precedentes, generada por el encierro prolongado y agravada por las desatinadas decisiones de la autoridad educativa. Tres años después del cierre de las escuelas, lejos de terminar o mejorar, esta crisis se exacerba por la ausencia de estrategias efectivas de las autoridades, federal y locales, para contrarrestar problemas como el abandono y la pérdida de aprendizaje, aunado a la falta de atención al bienestar socioemocional de estudiantes, maestras y maestros; una formación docente desvinculada del aprendizaje; un presupuesto insuficiente; el desmantelamiento de las escuelas con jornada ampliada y el servicio de alimentación que beneficiaba a más de 3.5 millones de estudiantes”, expuso.

En cuanto al abandono escolar, según información de la propia Secretaría de Educación Pública (SEP) en marzo de 2020, antes del cierre de las escuelas poco más de 3.5 millones de niñas, niños y adolescentes (NNA) no asistían a la escuela. Dos terceras partes de ellos eran NN entre 3 y 5 años, siendo un 66.4 por ciento; el 16.2 por ciento eran NN entre 6 y 11 años; y el 17.4 por ciento restante correspondía a NNA entre 12 y 14 años.

Esto significa que al inicio de la pandemia, 14 de cada 100 NNA en edad de cursar la educación básica no ejercían su derecho a aprender por distintas causas.

En los dos últimos ciclos escolares, que tuvieron lugar durante la pandemia, ocurrió una fuerte caída de la matrícula de educación básica, decreciendo en 1 millón 139 mil 571 estudiantes. De ellos, 652 mil 072 abandonó la escuela en el ciclo escolar 2020-2021 y los 483 mil 499 alumnos restantes lo hicieron en el ciclo escolar 2021-2022. Más de la mitad de los NN que dejaron la escuela eran estudiantes de preescolar y 35 por ciento de primaria.

Añadíó que, en medio de esta crisis, el gobierno federal se centra en los contenidos de los libros de texto gratuito y en intentar implementar un nuevo marco curricular en un momento inoportuno; así como en apuntalar financieramente sus programas predilectos como las becas para estudiantes y La Escuela es Nuestra (LEEN), cuyas irregularidades presupuestales y falta de transparencia quedaron expuestos en los últimos reportes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Antonio Villalpando, investigador en la organización, explicó que esta crisis educativa desatendida no se resolverá solo con el paso del tiempo y tampoco con las acciones desarticuladas y sin seguimiento de las autoridades.

Consideró que las consecuencias de perder años de escolaridad y no recuperar los aprendizajes fundamentales en lectura y matemáticas, serán catastróficas en términos de educación, salud e ingresos futuros para esta generación.

Ante ello, el director de investigación Fernando Ruiz, hizo un llamado a las autoridades educativas a focalizar la estrategia en aquellas niñas, niños y jóvenes a los que les está afectando más la crisis educativa.

Algunas acciones, dijo, pueden ser la recuperación de los ausentes porque su destino no era abandonar las escuelas, pero terminaron expulsados por un sistema acostumbrado a la exclusión; recuperar a los estudiantes que han abandonado la escuelas recientemente, identificar y resolver las causas de abandono, y brindarles apoyo académico y socioemocional previo a su reincorporación.

EVC

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