Aeropuerto Internacional de Toluca cuenta con un grupo de aves para cuidar los aviones

Especial Fin de Semana

Los ejemplares son parte del área de conservación y su trabajo consiste en liberar la pista de fauna que podría comprometer los vuelos o la operación de los aviones.

La rutina es estricta, verifican su peso y las alimentan con comida picada. | Iván Carmona
Mario C. Rodríguez
Toluca /

Un grupo de aves altamente entrenado es utilizado en el Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT) para garantizar que haya las condiciones de despegue y aterrizaje. Los seis ejemplares forman parte del área de conservación de este aeródromo y tienen como objetivo liberar la pista de fauna nociva, que pudiera comprometer la operación de los aviones y con ello salvando miles de vidas anualmente.

Negra” es una aguililla de Harris hembra y su nombre científico es “Parabuteo unicinctus”. Tiene la característica de ser empleada como un ave de cetrería, técnica de adiestramiento en caza que prácticamente evidencia los lazos que los ejemplares establecen con sus entrenadores.

Andrea Bombela Cruz, técnico en el programa de manejo y control de fauna en el AIT, explicó que es común utilizar estas aves de presa por su nobleza. “Ellas nos apoyan como una estrategia para el ahuyentado y dispersión de otras aves que se puedan encontrar aquí dentro de aeropuerto” y agregó sobre su entrenamiento: “Todos los días se hace un trabajo con ellas, se ubican áreas donde se encuentran la mayor presencia de aves y las llevamos a hacer la rutina, un vuelo de rutina”.

Con poco menos de un año de vida “Negra” ya cuenta con experiencia en este aeropuerto internacional, porque antes de cada vuelo extiende sus alas para recorrer la pista y sus alrededores, auxiliando a los pilotos que diariamente maniobran.

“El trabajo principal de ella es el ahuyentado, al ser un depredador natural y realizar los vuelos de aquí del aeropuerto entonces para los demás organismos que pueden llegar a ser las presas pues representa como una inseguridad, entonces lo que hacen es huir”.


Ser un ave de cetrería no es tarea fácil y es que su rutina incluye despertar y ser inspeccionada. Es estricta porque se tiene que verificar su peso, pero también se deben comer con alimento picado y certificado que van desde la carne de codornices, conejos o palomas, toda ella con los suficientes nutrientes para garantizar el abastecimiento de energía para sus funciones.

“En un día lo que hacemos es llegar en la mañana, sacarlas aquí en esta área para que les dé un poco de solecito porque en la noche son muy frías y, antes de empezar a trabajar con ellas, se pesan, es muy importante controlar el peso para que puedan realizar su trabajo, les preparamos su comida y después nos las llevamos al área operativa para poder trabajar”.

En este aeropuerto se cuenta con otros ejemplares, entre ellos un macho de aguililla de Harris de nombre Albertano; dos halcones aplomados; y un halcón peregrino, un ejemplar clásico en la aeronáutica mundial porque la ingeniería de esta especie es tal que ha sido fundamental para diseñar aviones especiales, todo ello por su aerodinámica.

Semarnat.

Aunado a ello, todos los animales están registrados ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), lo que garantiza su autenticidad, operación y sobre todo su control, ya que se trata de especies controladas.

Dignificar a los guardianes del cielo

A nivel mundial, hay casos documentados de accidentes derivado de la inmersión de parvadas en las turbinas de los aviones. En 2009 un avión tuvo que acuatizar en el Río Hudson por el impacto de aves; mientras en 2019, un avión tuvo que aterrizar de emergencia en un campo de Moscú por el mismo motivo.

Si bien este tipo de sucesos no ha ocurrido en cielos mexiquenses, se debe contar con un área digna para los ejemplares que trabajan en el aeropuerto, explicó el administrador y director general del AIT, Federico Bertrand Rubio, tras recordar que desde hace un par de años adecuaron instalaciones especiales tanto para las aves como para las biólogas que las atiende.

“Cuando llegamos en septiembre de 19 vimos su instalación y era muy precaria en donde las aves no tenían un lugar digno. Entonces nos dimos a la tarea de hacer estas instalaciones y aprovecharlas, esto era el comedor de los empleados del AIT y junto a él hicimos el aviario”.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) contempla en su normatividad la utilización de estos mecanismos para garantizar la seguridad en las terminales aéreas. Ellos forman parte del grupo que trabajo que opera “tras bambalinas” en los vuelos.

“Todos debemos de tener en los aeropuertos un control de fauna nociva que pueden ser aves o pueden ser perros para que no se atreviesen en las pistas, para tener una mayor seguridad en el aeropuerto y esto es lo que a veces no sabe el público o los pasajeros, que es justamente la parte de atrás de un aeropuerto en lo que nosotros hacemos para su seguridad”.

Recientemente el AIT emitió un concurso para que alguna empresa continúe el servicio con aves a través de una licitación que durará un año.

Zona de influencia

La cetrería se complementa con otras estrategias de seguridad aeroportuaria como son el uso de cañones sonoros de gas, redes de niebla o redes ornitológicas, la emisión de sonidos estridentes y trampas para capturar mamíferos de distintos tamaños.

El aeropuerto tiene a su alrededor diversas delegaciones, entre la que destaca San Pedro Totoltepec y la Constitución, espacios que avanzan en la urbanización, pero que aún presentan circuitos rurales.

Derivado de ello, la tarea de seguridad tiene que ser diaria, pero que es poco vista por parte de los usuarios. Miguel Arturo Pérez Martínez, gerente de operaciones del AIT, comentó sobre la clase de animales que llegan a invadir las inmediaciones del aeródromo y que pueden simbolizar un riesgo para los trabajadores y los usuarios.

“Es una parte muy importante dentro de la seguridad operacional que llevamos en el aeropuerto y el riesgo que tenemos sobre fauna nociva, que puede ser desde perros, conejos, aves que se generan al encontrar comida dentro del área, entonces son una parte vital en esta área para mitigar el riesgo de fauna nociva”.

La tarea de esta parte del personal comúnmente es cuestionada por los habitantes de las zonas aledañas, sin embargo, es un esfuerzo que debe de ser valorado, ya que ellos son uno de los eslabones en la cadena de seguridad aeroportuaria que permite salvar miles de vidas anualmente.

“Hacemos trabajos a nivel en la zona de influencia que es afuera y dentro de esta zona de influencia. Algunas veces nos agreden porque saben que no dejamos entrar a perros y estamos sacando gatos y todo este tipo de situaciones y eso representa un peligro porque se puede cruzar con la aeronave".

Al tratarse de un área urbanizada, el Aeropuerto Internacional de Toluca cuenta con algunas especies de aves y mamíferos propios de ciudades que son fáciles de identificar, los cuales son rescatados y posteriormente entregados a las autoridades. En otros aeropuertos que poseen zonas tropicales, los animales tienden a ser diversos y algunos requieren cuidados especiales, ya que pueden ser especies en peligro de extinción.

KVS

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