El Mercado Hidalgo es insignia de la ciudad de Guanajuato, ubicado en el corazón de esta colonial ciudad, es el lugar de abasto de víveres de miles de habitantes, además de ser la fuente de empleo de otros cientos más. Desde el inicio de la pandemia, y pese a la repaertura gradual de algunos negocios, la actividad y la esencia de este mercado no ha podido ser la misma.
Desde primeras horas de la mañana, el Mercado Hidalgo ya contaba con la presencia de varios comerciantes preparados para recibir a los clientes que acudían a comprar todo tipo de alimentos: frutas, verduras, carne, quesos, tortillas, etc. También, había quienes se detenían a comer algún refrigerio rápido, o incluso comprar artesanías típicas de la ciudad.
Actualmente, los trabajadores se siguen preparando para recibir a los clientes; no obstante, pasan las horas y los locatarios siguen con la misma cantidad de productos que ofertan.
"Se está organizando hacer un tótem que va a estar ubicado aquí abajo para ver si atraemos más gente. Ese lo vamos a pagar entre todos los locatarios, no es por parte del gobierno para ver si podemos atraer gente, porque no... De hecho, si me preguntas a mí, del lunes a hoy no se ha vendido nada", expresó Montserrat, comerciante ubicada a las afueras de este lugar.
Al entrar al Mercado, lo primero que se observa es a personas en sus negocios, algunos con cubrebocas, otros como si nada, atrayendo a la gente que pasa por los ya no tan concurridos pasillos. Incluso, al entrar por la puerta del área de comida, son notorios los negocios con las sillas levantadas y tapadas con un plástico, la televisión apagada y todos los cubiertos y platos guardados en un rincón.
"Antes la gente venía de lunes a viernes, y en sábado y domingo estaba solo, y ahorita es al revés; ahorita sábado y domingo está mejor, y el fin de semana hay menos", comentó Francisco Torres, locatario de un negocio de mariscos.
Hay algunos negocios cerrados en el área de comida, pero lo hay muchos más en la segunda planta del Mercado, compuesta principalmente por artesanías y recuerdos típicos de la localidad; al ser negocios no esenciales, tuvieron que verse en la necesidad de cerrar; no obstante, pasan los días y no hay señas de que vayan a abrir pronto.
"Ahorita tengo unos ochos días viniendo, que he estado vendiendo, no de grandes cantidades o las grandes ventas como antes, pero pero póngale que ahorita viene el 10 por ciento, pero con ese 10 por ciento a mí me hace mucha falta", explica el Señor Eloy Olmos, comerciante de recuerditos.