Las fallas en la infraestructura o los daños en escuelas han originado que disminuya la matrícula o que el 80 por ciento de los estudiantes no acuda regularmente, reconocen las autoridades educativas de Tampico.
El ejemplo más claro de esta situación es la primaria “Benito Juárez”, que luego de definirse que la estructura del plantel estaba en riesgo de colapso, se tuvieron que cambiar a un espacio prestado por la Universidad del Norte de Tamaulipas, que está en el centro de Tampico.
“Esto sí afectó con una disminución en el número de estudiantes, porque antes había 250 alumnos en el turno matutito y se fueron setenta desde que nos cambiamos”, declaró María del Rocío Aguilar Gómez, directora del plantel.
Explicó la autoridad de la primaria que “los padres de familia consideraron que era más complejo llevarlos a la escuela luego de este cambio forzado, así que tomaron la determinación de buscar otro lugar más cómodo y cercano a sus necesidades”.
Dicha institución privada a la cual se mudaron de manera temporal, explicaron las autoridades educativas, prestará las instalaciones a los menores de edad por un periodo aproximado de ocho meses, mientras que la Secretaría de Educación e ITIFE hacen todo para la reparación.
Lo mismo ocurre en la escuela “Carlos A. Carrillo”, la cual se encuentra en la colonia Morelos, misma que este viernes cumplió dos semanas exactas sin tener el servicio de energía eléctrica luego de que el transformador explotó.
La Mesa Directiva de Padres de Familia dieron a conocer que desde el momento en que las autoridades educativas pusieron a consideración de los papás llevar o no a sus hijos a estudiar, “la asistencia diaria bajó 80 por ciento”.
Al no haber energía eléctrica los estudiantes se mantienen en el patio, bajo una techumbre y, de doscientos que tiene dicho plantel de tiempo completo, al día normalmente acuden entre veinte o treinta menores a recibir cátedra.
JACM