Un agente de tránsito fue ejemplo para muchos automovilistas que circulaban sobre la avenida Universidad, al verlo trabajando tras sufrir la amputación de su pierna izquierda.
Se trata de Rolando Canizales Loera, con 20 años laborando en la corporación, quien perdió su pierna luego haber sido atropellado fuera de su horario laboral.
En el trágico escenario, donde un hombre murió y dos de sus acompañantes resultaron lesionados al caer a bordo de su vehículo al interior del arroyo Topo Chico en San Nicolás de los Garza, el ejemplar elemento se mantuvo más de tres horas agilizando la vialidad y apoyado de un par de muletas.
Mencionó que tras su accidente, la Secretaría de Vialidad y Tránsito le ofreció un cargo de oficina; sin embargo, se negó y siguió su oficio en calles y avenidas. Además, ayuda en las contingencias en las inmediaciones del Estadio Universitario.
Con información de Mayte Villasana.