Ahuetempan, cuna de jóvenes campeones de ajedrez

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Tras sus triunfos, esperan llegar a ser campeones mundiales

Ahuetempan, cuna de jóvenes campeones de ajedrez | Jaime Carrera
Jaime Carrera
Puebla /

En Santa Inés Ahuatempan, municipio enclavado en la Mixteca poblana que se caracteriza por la alta migración a los Estados Unidos, los tres hermanos Arellano Cuautle realizan su vida como cualquier otro infante: asisten a la escuela y juegan fútbol; ríen, se divierten y estudian para tener un mejor futuro.

A pesar de tener recursos económicos limitados, Valentín, Areli y Yaret de 7, 9 y 11 años de edad, respectivamente, mantienen sus entrenamientos en el ajedrez y poseen un firme objetivo: ser campeones mundiales.

Hermanos Arrellano Cuautle | Jaime Carrera

“Escuché y leí la historia de los Polgar, que los genios no nacen, sino se hacen. Eso fue de alguna manera la idea de seguir apoyándolos. Yo no sé dominar el ajedrez, hay cosas que desconozco y para que mejoraran tuve que ir buscando quien los entrenara”, indicó Alberto Arellano, padre de los menores.

Después de salir derrotados en un torneo local, para estos hermanos, también apasionados de los instrumentos musicales, no existieron los “no se puede”.

Recientemente, Areli y Valentín, estudiantes de cuarto y segundo de primaria, obtuvieron el primer y segundo lugar en las categorías Sub-10 y Sub-8 en los Juegos Nacionales de Ajedrez Infantiles y Juveniles 2021 realizados en Cancún, Quintana Roo.

Areli obtuvo el pase directo al Torneo Panamericano 2022, logro que ha representado un reto inmenso porque sus padres no contaban con los recursos para viajar a Cancún, entre boletos de avión, hospedaje y alimentación e, incluso, por más que se limitaron en gastos, no pudieron obtener los recursos por cuenta propia.

Ahuetempan, cuna de jóvenes campeones de ajedrez | Jaime Carrera

“Me acuerdo que todos fuimos a un torneo y perdimos todas las partidas y desde ahí dijimos que no nos iban a volver a ganar. Así, después de la escuela, terminamos tareas y entrenamos todos los días, de tres a cinco horas. Me gustaría sería ser campeona del mundo y científica”, dijo la pequeña.

Fue tras una búsqueda de apoyos gubernamentales sin resultados favorables que “el Club Encinar”, organización de migrantes originarios de Ahuatempan, patrocinó a los pequeños.

“Quiero ser campeón del mundo, pero de estudiar otra cosa, música, tocó instrumentos y canto”, refirió Valentín, quien en otro torneo nacional ya había sido primer lugar, además de obtener un tercer lugar en un certamen en Tabasco, aunque desafortunadamente en el regreso a Puebla, él y su familia fueron asaltados.

Así, gracias a la perseverancia de sus padres, estos niños han podido tener un entrenamiento de alto rendimiento a través de la Federación Nacional de Ajedrez.

“Solicitamos a las autoridades tanto municipales, estatales y nacionales que apoyen a mis hijos, pero sobre todo que lo hagan con los niños que tienen una habilidad, destreza, ciertas aptitudes que, aunque viven en un pueblo muy alejado como es nuestro caso, tienen las ganas de poner en alto el nombre de México”, sostuvo Mireya Cuautle, madre de los niños.

A su formación, también han contribuido los docentes Alejandra Guerrero Rodríguez y Jorge Cori Tello, quienes han motivado a estos tres pequeños a mantener su disciplina y responsabilidad. Por ahora, el reto para esta familia es conseguir apoyos para los torneos que vienen.

“Me gustan las matemáticas, la ciencia y la historia. Yo he ido aprendiendo, no he podido ganar medallas, pero le sigo echando ganas porque se aprende más de una perdida que de una ganada, ahorita primero viene ganar el selectivo nacional y después el panamericano”, concluyó el joven Yaret.

CHM

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