Armando Martínez olvida organizar la elección de delegados en zona rural de Altamira

El Alcalde de Altamira incumple obligaciones que le impone el Código Municipal y ciudadanos tienen que organizarse solos para elegir delegados en comunidades rurales.

Armando Martínez olvida organizar la elección de delegados en zona rural
Cristina Gómez
Altamira /

Fue el caso, por ejemplo, de habitantes del ejido Vuelta de las Yeguas en Altamira, ante la falta de voluntad y de acción para convocar a elecciones internas.

“De acuerdo con el Código Municipal, al alcalde se le pasó el término, por lo que ellos se organizaron y llevaron a cabo una elección con los vecinos de Vuelta de las Yeguas, en donde designaron a su delegado, valientemente tomaron esa decisión y acudieron ante la autoridad municipal a notificarlo”, señaló el abogado Pedro Zaleta Alonso

Dijo que por un lado, el hecho demuestra el valor de los ciudadanos, y por otro, es lo que se provoca en comunidades rurales y puede suceder hasta en colonias, porque la autoridad municipal no está cumpliendo.


“Por el contrario, tiene una omisión o negativa a cumplir lo que la ley le indica de convocar a elecciones, no solo para delegado en los ejidos, sino también para los consejos de colaboración vecinal en las colonias”.

Según el Código Municipal, el Ayuntamiento tenía un plazo de tres meses para llevarlo a cabo, por lo que la autoridad debía cumplir su obligación en tiempo y forma.

El resultado del incumplimiento es esto que están haciendo en los ejidos; la gente necesita un delegado y se organiza para elegirlo si el municipio no lo lleva a cabo”.

Ellos respaldaron su actuar con las firmas de los habitantes que participaron en el proceso de selección, por lo que tienen todo documentado.

Zaleta Alonso, expuso que el ayuntamiento debió promover que se presentaran tres propuestas para tener una terna y de ahí elegir a un delegado, pero nunca lo hizo.

“Los ciudadanos de Vuelta de las Yeguas se organizaron solos para elegir a su representante ante la omisión de Armando Martínez”, reiteró.

Mencionó que tal vez se incurrió en esa omisión por falta de sensibilidad social, y hasta por desconocimiento en torno a la figura de un delegado.

Refirió que para los habitantes de esas comunidades rurales, el delegado es una figura muy importante, por eso es que se organizaron y lo designaron.

“Creo que el alcalde está siendo demasiado ególatra y egocentrista y no se da cuenta que los ejidos necesitan una representación de la autoridad municipal ahí, que finalmente cumplen una función también y ni siquiera voltea a ver los ejidos”.

Piensa que quizá el alcalde ni siquiera sabe para qué es la función de un delegado, pero los ciudadanos sí, porque han vivido siempre con esa figura jurídico política que les soluciona muchos conflictos en esas comunidades.

Agregó que cuando un ayuntamiento funciona de manera correcta, ordenada y tiene una cabeza, a los delegados municipales se les organiza de tal forma que inclusive se les da su propio sello y papelería y se registra su firma.

“Ya si no los puedes dotar de equipo tecnológico, por lo menos les das la papelería, les das lo más que puedas de herramientas para que puedan funcionar y se les da su credencial así como asesoría y conocimiento del Código Municipal”.

Añadió que Martínez Manríquez no empatiza con los sentimientos y necesidades de la población.

Hay personas que creen que el cargo es solo para salir en medios y administrar un dinero que no es tuyo”.

VLSS

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