En noviembre de 2010, llegó a la redacción de MILENIO Televisión una noticia que parecía el guión de una película del viejo Oeste. Alejo Garza Tamez, un casi octogenario ranchero nacido en Nuevo León, pero establecido en el Rancho San José, a 15 kilómetros de Ciudad Victoria, Tamaulipas, murió al enfrentar en solitario a un nutrido grupo de sicarios que pretendían despojarlo de su propiedad.
Al enterarse del inminente ataque, don Alejo despidió a todos sus empleados y fortificó su rancho, para esperar atrincherado a los delincuentes. Pensé mucho también en Masacre en la crujía 13, la película de John Carpenter que narra minuciosamente cómo un alguacil se apertrecha en una comisaría, ante el asalto de un grupo criminal que quiere recuperar al único preso del lugar, reconvertido en un testigo protegido. Alejo Garza encontró la muerte, pero antes se llevó por delante a cuatro maleantes.
La gesta de don Alejo ha sido recuperada, veinte años después, por dos artistas españoles: Ricardo Vílbor (escritor) y Max Vento (dibujante) en la novela gráfica El viejo y el narco, que ya va por su segunda edición, a unas semanas de haber sido publicada en España. También se editó para Francia y Bélgica. En México, la historieta saldrá a la venta el 29 de enero, razón por la que conversamos con los autores.
¿Cómo llego esta historia a ustedes, Ricardo?
Ricardo Vílbor (RV): Pues todo empezó con la lectura de un artículo de Arturo Pérez-Reverte, escrito en enero de 2011, en el que relataba brevemente una parte de los hechos que narramos en el comic.
¿Hicieron una investigación posterior o se quedaron solo con ese texto?
RV: Después yo busqué mucha información en línea, en internet; pero lo que pasa es que el internet tiene limitaciones. Entonces lo que no pude encontrar hubo que inventármelo.
Aunque leyendo la novela, es muy cercana a lo que realmente ocurrió. Es un libro muy intenso, muy breve, se agota muy rápido.
MV: El tema con las novelas gráficas es que se leen muy rápido pero tardan en dibujarse. Entonces cada página sí que ha sido ampliamente documentada y dibujada con esmero, para que el lector tenga la experiencia de leer algo genuino y real.
¿Qué interés creen que tenga esta historia para una cultura tan alejada como puede ser la del lector europeo, por ejemplo?
RV: Creo que es una historia mexicana, pero al mismo tiempo también es universal, porque plantea una pregunta y un reto al que todos nos tenemos que enfrentar tarde o temprano y que es: ¿qué harás cuando vengan por ti? Porque después vienen por uno y uno tiene que elegir entre su vida, su dignidad, sus valores, lo que lo define como ser humano y quizá el miedo, el dinero y el poder.
¿Cómo se repartieron el trabajo? ¿Lo hicieron juntos? ¿Cómo fue el proceso creativo y cuánto duró?
MV: Ricardo me entregó el guion ya terminado y entonces, a partir de ahí, yo hice unos bocetos en los que dibujé el libro de una forma muy sencilla, una página detrás de otra en un proceso que duró un año.
¿Se acercaron a otro tipo de historias de la violencia mexicana o solo se quedaron con esta?
RV: Yo, sinceramente, soy lector de Pérez-Reverte y todo aquello me llamó mucho la atención, no desde el punto de vista de los narcos ni mucho menos por la situación de violencia. Lo que sucede es que hay algunas historias que se quedan en tu cabeza y otras no, y esta se quedó en mi cabeza y sabía que en algún momento tendría que contarla como fuera.
Hay una moda en España de pasar las novelas gráficas al cine, incluso animadas, no necesariamente en acción real. ¿Habrá película?
RV: De momento no, que seamos conscientes.
MV: Quizá en el futuro, ojalá.
¿Vendrán a México a presentar el libro?
RV: Nosotros estaríamos encantados de ir a México; creo que va a depender un poco del éxito del libro. Si le va bien, me imagino que iremos allá a firmar. Para mí por lo menos sería un sueño hecho realidad, desde que lo escribimos la idea era que se publicara en México.
MV: Exacto, a nosotros nos hacía mucha más ilusión que se publicara en México, que en España o en Francia.
ledz