¡Alerta, alerta, alerta que camina…!

Crónica

Un grupo de mujeres marchó por las calles de la ciudad para exigir la despenalización del aborto.

¡Hay que abortar, hay que abortar, hay que abortar este sistema patriarcal! (Claudia Aguilar)
Toluca /

¡Alerta, alerta, alerta que camina… la lucha feminista por América Latina!

¡Hay que abortar, hay que abortar, hay que abortar este sistema patriarcal!

¡Toluca escucha, también esta es tu lucha!

Así comienza la marcha, que congrega a más de 350 mujeres, que exigen la interrupción legal del embarazo.

Antes de las 11:00 horas comenzaron a llegar las primeras jóvenes, algunas con el emblemático pañuelo verde amarrado a la muñeca o en el cuello; con pancartas, vestidas de negro, como si estuvieran de luto por aquellas que han muerto en abortos clandestinos.

“Es vida o muerte, es aborto legal o clandestino, no hay más, quienes mueren son pobres, son mujeres que no pueden más”, advierte una manifestante.

Así pasan unos minutos. En su espera, también se preparan para ser parte de esa marea que -aseguran- no parará.



Los colores violeta y verde se aprecian a la distancia, la diamantina en sus rostros convierten esta marcha en una especie de celebración, en alegría por estar juntas, levantando la voz por sus derechos, como lo hicieron antes otras mujeres quienes lograron abrir camino.

Cerca de las 11:45 horas sale el contingente del cruce de Tollocan y Colón, a unos pasos del DIFEM.

Dan instrucciones sobre posibles altercados: qué hacer, cómo actuar, “traemos gasas, alcohol, vamos a cuidarnos todas…”.

Dan los primeros pasos, toman Tollocan y posteriormente Jesús Carranza. La primera parada es obligatoria: afuera de la Casa de Gobierno, el grito estalla: “¡somos malas, podemos ser peores!”.



La marcha continúa, como una muestra de que el Estado de México debe sumarse a la tendencia nacional, legalizar la interrupción del embarazo antes de las 12 semanas de gestación: “¡es un tema de salud, de gobierno, no religioso!”.

Este 28 de septiembre es el “¡Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro!”; las voces se siguen escuchando, mientras la gente voltea, las ve, cuchichea, otros se suman, tocan el claxon de sus automóviles, salen de sus casas…

Las pintas también se dan, aunque en menor medida; sin embargo, el descontento se hace presente.

“¡Es propiedad privada. ¿Quién lo va a despintar?!”. Dice enojada una ama de casa.



Cerca del Monumento a la Madre, se abre una puerta mientras avanza la marea, de ella sale una mujer, amable grita ¡estoy con ustedes!; se amarra a la muñeca un pedazo de tela verde, en señal de solidaridad; las demás gritan, se alegran y responden con una sonrisa.

En su pronunciamiento son enfáticas, comienzan con cifras. Más del 78 por ciento de las mujeres que trabajan no cuentan con los servicios de centros de desarrollo infantil para el cuidado de sus hijos y tampoco de servicios de cuidados maternos.

“Hablar del aborto es hablar de maternidad, la maternidad es deseada o no es. Las mujeres que son madres lo hacen en condiciones de precariedad”.

Le ponen un pañuelo verde a la estatua y marchan hacia el centro de la ciudad.

¡Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven, abajo el patriarcado, se va a caer!

¡Arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer...!

LC

  • Monserrat Mata
  • monserrat.mata@milenio.com
  • Reportera en MILENIO Estado de México desde 2016, egresada de la Facultad de Humanidades de la UAEMex. Escribo sobre Salud, Desarrollo Agropecuario y Medio Ambiente.

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