Atequiza es una localidad que pertenece al municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco. Se ubica aproximadamente a 30 kilómetros de la ciudad de Guadalajara, tomando como referencia el Anillo Periférico Sur y a poco más de 20 kilómetros del centro de Chapala.
Ahí se encuentra la Escuela Normal Rural “Miguel Hidalgo”, lugar en donde, un breve recorrido, bastó para constatar las precarias condiciones en las que los cerca de 500 alumnos que ahí se preparan para ser maestros, viven día con día, además de lidiar con la falta de presupuesto para comida, un mal servicio en la recolección de basura, instalaciones eléctricas deficientes y el abandono de una gran cantidad de espacios.
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Esta situación no es reciente, ya que desde hace varios años los estudiantes han tenido que soportar todo tipo de carencias, sin haber obtenido, hasta ahora, una solución contundente por parte de las autoridades estatales que, pareciera, han hecho caso omiso ante las demandas de los alumnos, quienes lo único que buscan, son condiciones dignas para seguirse preparando.
En los dormitorios, se pueden apreciar instalaciones eléctricas que representan un riesgo debido a que algunos de los cables, se encuentran en el exterior, sin ningún tipo de protección así como humedad, colchones que permiten ver sus resortes, ventanas sin vidrios y mosquiteros rotos.
La situación no es diferente en algunas de las aulas, en donde los estudiantes, durante el invierno, tienen que valerse de cobijas para mitigar el intenso frío tras la falta de cristales en las ventilas.
Caminar por sus extensos corredores, genera una sensación más cercana a la que se experimentaría en una lúgubre hacienda abandonada, que la que debería vivirse en un plantel educativo dedicado a la formación de mujeres y hombres, que llevarán la enseñanza a los hijos de los campesinos en las escuelas rurales.
La escena se repite en distintas zonas del lugar. Cacharros, desperdicios, acumulación de basura, registros sin tapa, boquetes en las bardas perimetrales que han tenido que ser cubiertos de manera improvisada con tablas y láminas viejas, cúmulos de ramas, troncos y maleza crecida.
Instalaciones deportivas en total abandono, una alberca que contiene un gran charco de agua enlamada, casilleros arrumbados que los mismos estudiantes han tenido que restaurar para utilizarlos, lavadoras que no funcionan, fugas de agua, baños deteriorados, boilers averiados; la lista es larga y podría continuar.
Todas estas condiciones representan un riesgo para la salud, sobre todo, ahora que los casos de dengue han ido en aumento, no obstante, las áreas insalubres que pueden dar pie a todo tipo de infecciones y padecimientos Como si todo esto no bastara, los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Miguel Hidalgo” han tenido que padecer la escasez en sus raciones de comida diarias y la mala calidad de los productos y materias primas con que son preparados, ya que las becas que reciben para alimentación, no alcanzan a cubrir la totalidad del alumnado, viéndose en la necesidad de costear los alimentos de su bolsillo, fuera del plantel.
Y no sólo con sus recursos cubren ese gasto, también los productos para limpieza corren por su cuenta para darle mantenimiento a las instalaciones.
Hasta el momento, ni la Secretaría de Educación Pública, ni la Dirección General de Educación Normal, han podido ofrecer una solución definitiva, ya que como algunos alumnos manifestaron, sólo han recibido respuestas inciertas, aplazamientos y negativas frente a sus exigencias, que apelan por un aumento en el presupuesto para las becas y una mayor atención a sus problemas.
Así es como viven los estudiantes de la Normal Rural de Atequiza, una escuela que como sus alumnos señalaron, ha ido decayendo en los últimos años por la falta de atención de las autoridades.