Los estudiantes, en la mayoría de los casos, perdieron el pensamiento ordenado durante la pandemia que comenzó hace tres años en Puebla y el periodo de confinamiento de cuatro semestres, situación que complica el dominio de las matemáticas.
Damián Emilio Gibaja Romero, director del Área de Matemáticas del Decanato de Ingenierías de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), explicó que todos estudiantes son capaces de desarrollarse en el mundo de los números; sin embargo, existe una convención social de que se trata de una materia complicada y difícil.
“Tratar de recuperar un pensamiento ordenado, es lo que más ha costado trabajo. La matemática siempre ha sido un tema complicado. Desde el área de matemáticas, creemos que es una situación social que una realidad. Todos somo capaces de hacer matemáticas, aunque sí hay un rezago en el conocimiento matemático”, apuntó.
En el marco del 14 de marzo, Día Internacional de las Matemáticas, el investigador de la universidad poblana de carácter privado expresó que el principal problema que enfrentan los estudiantes no se relaciona con la materia, sino con la relación de las operaciones y los números con el entorno.
“El gran problema es trasladar lo que vemos cotidianamente al lenguaje matemático. No tanto que la matemática sea complicada”, añadió.
Explicó que es complicado evaluar el retraso que se presentó en la enseñanza de las matemáticas en los estudiantes; sin embargo, en este momento se están comenzando a presentar los efectos que requieren sen analizados.
“Hay quien dice que nos retrasamos cinco años, particularmente, por quienes estuvieron en educación básica y no tuvieron la misma guía durante la pandemia. No todos tuvieron acceso a las mismas herramientas. Es un reto que enfrentamos los profesores, tratar de nivelar a los estudiantes”, destacó.
Para Gibaja Romero, la pandemia de la covid-19 no solo trajo complicaciones a la vida de los estudiantes, también, abrió la posibilidad de utilizar aplicaciones y recursos digitales para acercarse a las matemáticas.
Por su parte, Lorenzo Bastianello, investigador del departamento de Economía de la Universidad Ca’ Foscari de Venecia, Italia, resaltó que, en general, en diferentes partes del mundo, el reto actual es colocar a las matemáticas como aprendizajes divertidos.
Resaltó que los niveles de educación básica y media superior enfrentan el reto de atraer a los estudiantes para que apliquen las matemáticas en la solución de problemas de su entorno y no vean a la materia como aspectos fuera de su realidad.
“Se tuvieron dificultades en todo el mundo para concentrarse respecto a temas matemáticos. Como estuvieron aislados, hay que hacer un mayor esfuerzo para entender los modelos matemático. En ese sentido, el bachillerato, la educación básica tiene que hacer un mayor esfuerzo para que los estudiantes antes de llegar a la universidad no tengan miedo a las matemáticas y las vean como algo divertido”, apuntó.
El investigador señaló que la pandemia aceleró el uso de dispositivos digitales y, con ello, se dejó de lado la escritura en el pizarrón o el desarrollo de operaciones en papel para pasar pantallas, situación que es un riesgo porque parte de los estudiantes pueden pensar que las respuestas están en Internet y que no son importantes las matemáticas.
CHM