En su misa dominical, el arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, habló sobre la realización de las personas y el amor a la vida, que no se debe anteponer a las riquezas y situaciones materiales.
Dijo que aquel que aborrece su vida no va a entrar al reino de los cielos, dicho de otra forma: Jesús dice que aquel que quiera vivir de forma egoísta, cuando no se ve más allá de sus intereses, la va a perder.
“Hay personas que a medida que van creciendo se van haciendo complicadas, entran en el mundo del mal, entran en el mundo del dinero, de los intereses, del egoísmo y la persona se va haciendo complicada”, dijo.
Y explicó, aquí se trata de la vida y de la muerte, son dos realidades que una está frente a la otra, pues Jesús no hizo a un lado la muerte para entrar a la vida, sino asumió el camino de la cruz y de la muerte y ofrendó su vida.
Dijo que desde el día que nacemos tenemos el sentido de defender la vida de todo lo que agrede y con el tiempo el ser humano va buscando seguridad en sus diferentes manifestaciones.
“La lección de Jesucristo es el amor, que el camino de la realización como habla mucho la gente hoy, el camino es la simplicidad, la armonía en nuestra vida, ser lo que somos”, agregó.
Y cuestionó “¿Qué es amar la vida?” Dijo: es tener lo necesario para desarrollarse dignamente como personas, tener un techo, educación, un trabajo, libertad, capacidad de expresarse como persona en todos sus derechos.
Dijo que todo ser humano lo desea, lo necesita aunque para muchos amar la vida significa acumular riqueza, divertirse, hacer lo que quiera, pensar lo que desea.
Es por ello la dificultad de los seres humanos para seguir a Jesucristo, pues desde niños los educan sólo para ellos, sin una vida espiritual profunda y se pierde la memoria.