El Ángel de la Independencia es un ícono del Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, sin embargo, a lo largo de su historia ha pasado por diversas restauraciones, las cuales han causado que el monumento sea resguardado por vallas metálicas durante largos periodos.
Su nombre oficial es Columna de la Independencia de México y el proyecto de construcción estuvo a cargo del arquitecto Antonio Rivas Mercado, pero fue el escultor italiano Enrique Alciati quien fungió como responsable de las esculturas y bajorrelieves, dejándole la obra civil al ingeniero Roberto Gayol.
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Inauguración
La primera piedra del monumento fue colocada en 1902 y durante la ceremonia, en el interior también se depositó un cofre dorado con el acta de independencia de México y una serie de monedas de cuño corriente de la época.
La piedra delatora
En 1906, los ingenieros de la obra notaron que uno de los lados del Ángel estaba hundido, y fue así como a pesar de que para ese momento se habían colocado las bases y casi 2 mil 500 piedras de una altura aproximada de 25 metros, se tuvo que demoler todo lo construido.
El proyecto tuvo que iniciar de nuevo y su inauguración fue hasta 1910.
Restos de los héroes
En 1925, el monumento recibió a los restos de los héroes de la Independencia como Juan Aldana, Ignacio Allende, Nicolás Bravo, Vicente Guerrero, Leona Vicario, José María Morelos y Miguel Hidalgo.
La primera caída
En el terremoto del 28 de julio de 1957 la escultura se cayó y Ramón Bonfil estuvo a cargo de las obras de restauración, entre las que destacan las gradas oriental y occidental que llegan hasta la avenida.
La obra fue reinaugurada el 16 de septiembre de 1958.
La segunda caída
En 1985, el terremoto dañó la estructura y varias de las obras artísticas del monumento, que requirieron trabajos de restauración.
En 2006, se le dio un mantenimiento general, por lo que permaneció cerrado durante casi un año y el 30 de mayo de 2010, con motivo de las fiestas del Bicentenario de la Independencia Mexicana se retiraron las urnas con los restos de los héroes independentistas para ponerlos en exhibición y rendirles honores durante ese año y el siguiente.
La tercera caída
En 2017, el Ángel de la Independencia resultó dañado nuevamente debido a los sismos ocurridos en el mes de septiembre. Sin embargo, fue hasta 2019, cuando realizaron pintas en el monumento tras una manifestación, por lo que autoridades del gobierno capitalino tomaron la decisión de blindar la construcción para realizar las reparaciones en el sitio tras los daños del 2017.
¿Cuáles fueron los daños en 2017?
Los principales daños en el monumento son deformaciones y agrietamientos en la columna de cantera, así como algunos hundimientos en parte de su estructura.
Los trabajos se realizaron en tres etapas, las primeras dos, consistieron en subsanar el deterioro que ha tenido la columna con el paso de los años y en la tercera etapa se han realizado trabajos para rehabilitarla. Para los trabajos de restauración se destinaron 19 millones 834 mil 324 pesos.
Desde 2017 y hasta el pasado mes de septiembre el aspecto del lugar comenzaba a tornarse diferente. El 15 de septiembre el gobierno de la Ciudad de México retiró los tapiales de madera que durante dos años cubrieron el Ángel, sin embargo, aún permanecían las vallas metálicas.
¡Adiós a las vallas!
La noche del 4 de octubre el personal de Servicios Urbanos de la Ciudad de México retiró las vallas metálicas que resguardaban la glorieta del Ángel de la Independencia, por lo que tras permanecer cubierto por el olvido, por fin volvió a ser punto de reuniones y fotografías de turistas que pasan por la zona.
FS