Doña Tomasa Chiquito nunca imaginó que hace 38 años emprendería el negocio con el cual ella y sus hijos saldrían adelante el resto de su vida, pues pasó de vender memelas y atole en la calle, a convertirse en la dueña de uno de los establecimientos con más tradición en Puebla: Antojitos Tomy, fundado en 1983.
En entrevista para MILENIO, Doña Tomasa compartió que la principal motivación para echar a andar su negocio fueron sus hijos, ya que necesitaba un trabajo para darles un futuro.
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Ella contó que salía todos los días con cinco kilos de masa en su espalda desde San Bernardino Tlaxcalancingo, en San Andrés Cholula, y se dedicaba a vender memelas, quesadillas y atole en la esquina de la 5 Oriente y la 3 Sur, a escasos metros del inmueble que alberga el Congreso local.
El tiempo pasó y poco a poco se fue ganando la preferencia de la gente, lo que le permitió dejar la banqueta para instalarse de lleno en dos locales sobre la 3 Sur, donde apoyada de sus hijos y 10 empleados, ahora atiende a decenas de poblanos que buscan su sazón para deleitarse con una amplía gama de platillos mexicanos.
Antojitos Tomy ofrece a sus comensales desde una tostada de pollo, quesillo o pata, memelas o quesadillas, tacos de bisteck o longaniza, molotes de tinga, sesos, requesón, papa, champiñón o huitlacoche, cemitas de milanesa; hasta platillos más elaborados, como pozole de pollo o de cabeza, mole de panza o mixiotes.
Sin embargo, su creación preferida es el mole poblano, pues asegura que ninguno en Puebla se compara al que ella elabora, donde todos los ingredientes se vuelven uno solo.
"Le echo todas las especies como chile mulato, chile pasilla, cacahuate, pasas, almendras, anís, todo lo que lleva el mole yo lo hago con amor y con dedicación".
"Ganamos poco, pero es nuestro negocio"
Doña Tomasa reconoció que la llegada de otros establecimientos con otra clase de productos ha provocado que la cocina mexicana se devalúe, se malbarate o encarezca según la región y hasta se denigre junto a otras culturas.
La empresaria dijo que las fiestas patrias sí representan una fecha especial para las ventas de Antojitos Tomy, aún y cuando la competencia es mayor y ahora enfrentan el reto de la pandemia de covid-19.
"Esperemos que las ventas estén bien, es lo que anhela uno, por eso trata uno de dar buena atención".
Aunque el panorama a veces no es muy alentador, la señora Chiquito se niega a dejar morir a Antojitos Tomy, ya que es el reflejo de años de esfuerzo y sacrificio pero también porque sus clientes guardan un lugar especial en su corazón.
"Le voy a decir algo, sinceramente, nosotros nos conformamos con ganar poco pero siempre estar constantes acá, aunque no ganemos mucho pero que estemos atendiendo a los clientes".
Y es que el trabajo, la dedicación y el interés por siempre dar un buen servicio le ha permitido a Antojitos Tomy sortear todos los problemas que ha enfrentado desde su creación, aún y cuando hay quienes los critican por elevar mínimamente sus precios cuando los ingredientes se encarecen.
"Hay gente que entiende pero todo está caro, uno tiene que ir mediando todo, porque todo está caro, el aceite por ejemplo, todos los productos, pero uno tiene que ir remediando, somos de un pueblo y sabemos sacrificarnos, comer sencillo para seguir adelante con este negocio".
AFM