El río Atoyac que pasa por 70 municipios de Puebla y Tlaxcala, y la laguna de Valsequillo que se encuentra al surponiente de la capital del estado, reciben más de 80 toneladas de desechos, la mayoría de origen orgánico.
Así lo estimó el investigador, Raciel Flores Quijano, director del Área de Química de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), quien resaltó que el primer paso para limpiar los ríos y barrancas que pasan por la entidad, es detener la contaminación para luego comenzar un plan de remediación y rescate.
“En el caso de Puebla, están altamente contaminados, el Atoyac, el río Zahuapan que nace en el estado de Tlaxcala y que alimenta al Atoyac, el río Alseseca. Al día, se generan 80 toneladas de materia orgánica que se almacenan de forma permanentemente en la Presa Valsequillo. Estamos viendo los malos manejos de toda una cuenca desde Santa Rita Tlahuapan, lo que viene de Tlaxcala y lo que se arroja en todo el municipio de Puebla”, comentó.
Para el especialista en temas ambientales, la contaminación que registran ríos como el Atoyac se presenta por una falta de coordinación entre los municipios, los gobiernos de los estados y la administración federal; fenómeno que persistirá mientras no existe una estrecha coordinación.
“Los que hemos vivido en Puebla de 1970 a la fecha; hemos visto que el río se deteriora de forma paulatina a pesar de tantas promesas de gobiernos federales, estatales y municipales. Es urgente una estrecha coordinación entre los tres niveles de gobierno. Desafortunadamente, de forma histórica, los municipios enfrentan una falta recursos para aplicar sanciones a los responsables cuando hay descargas a drenaje municipal; mientras que no hay recursos para vigilar todo el cauce”, comentó.
En entrevista, el investigador resaltó la importancia de una intervención de los gobiernos de los estados en coordinación con la federación y los municipios para establecer un frente contra las descargas. Flores Quijano lamentó que, pese a los anuncios y proyectos de la federación, el gobierno del estado y los municipios, para limpiar afluentes como el Atoyac, el problema continúa y se agrava.
Señaló que mientras la federación, los estados y los municipios no se coordinen para detener las descargas y establezcan parámetros específicos, será complicado el rescate de los ríos que pasan por el territorio poblano.
Por último, lamentó que la población le dé la espalda al Atoyac, construyendo en algunos puntos, grandes bardas, intentando ocultar una realidad.
ARP