Resisten juguetes artesanales a la tecnología

Lorenzo Francisco Vargas, quien sale de Huauchinango para vender sus artículos en la capital poblana, solicita a las personas apoyar lo hecho en México.

Lorenzo Francisco Vargas, artesano de juguetes de madera, procedente de Huauchinango. (Andrés Lobato)
Angélica Tenahua
Puebla /

Lorenzo Francisco Vargas, artesano de juguetes y artículos de madera, lucha contra la tecnología para que sus creaciones no mueran, pues más de cuatro generaciones de su familia se han dedicado a este oficio.

Instalado en la calle 6 Oriente del Centro Histórico de Puebla, con un poco de mercancía para ofrecer su producto y sostener a su familia, destacó que el amor a este arte ha hecho que no abandone la elaboración de juguetes tradicionales, así como utensilios de cocina y artículos quiroprácticos.

En entrevista con MILENIO Puebla, indicó que es originario de la localidad de Tlacomulco, situado en el Municipio de Huauchinango, donde el 80 por ciento de la población se dedica a este oficio, sin embargo, ante la falta de apoyos por parte del gobierno este trabajo artesanal agoniza.

De igual forma, denunció que las autoridades municipales de la capital no le permiten realizar su actividad económica, pues acude al primer cuadro de la ciudad para vender su mercancía, toda vez que en su lugar de origen la afluencia de turismo e interesados es menor.

“La gente ya no tiene esa costumbre de comprar los juguetes de madera y a esto se suma que las autoridades ya no nos permiten vender nuestra mercancía en la vía pública; sin duda, hace falta mayor apoyo para este sector”, expresó el entrevistado.

En ese sentido, compartió que cuenta con un taller pequeño donde trabaja toda la familia para salir adelante, pues su única fuente de ingresos.

Asimismo, narró que desde los 14 años de edad comenzó con este oficio pues se lo enseñó su abuelo y su padre: 

“Desde los 14 años comencé a trabajar y ya no fui a la escuela, es un oficio maravilloso y con esto he mantenido a mi familia por muchos años”.

Con orgullo, explicó que el trompo y el balero son los juguetes más tradicionales y representativos del país, por lo que el turismo extranjero quien aprecia este tipo de artesanía.

El artesano destacó que también se han innovado con los juguetes, pues ahora cuenta con artículos para los niños que son didácticos y sirven para las clases de matemáticas y música.

“Todo estos juguetes son buenos para los niños, traemos laberintos y tablas de multiplicar, además de instrumentos musicales, y están bien elaborados con buena madera”, resaltó.

Precisó que los juguetes están elaborados con madera de calidad y un buen terminado; además, los precios van desde los 50 hasta los 150 pesos.

Asimismo, hizo una demostración de los artículos quiroprácticos como aquellos diseñados para realizar masajes en las manos, pies, espalda, columna y cabeza, cuyo precio es a partir de 30 pesos cada uno.

Lorenzo Francisco Vargas comentó que para trasladarse de Tlacomulco, Huauchinango, a la capital del estado tiene que invertir más de tres mil pesos para ofrecer su producto en un periodo de una semana, por lo que las ganancias son menores.

Por último, el artesano indicó que la herramienta con la que elabora estos artículos tienen un costo elevado, y la población no le brinda el valor que tienen, ya que también son maderas de calidad como el pino, naranjo y encinos; por ello, solicitó a las personas apoyar lo hecho en México y por artesanos para que no abandonen este oficio.

mpl

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