Las bancas de la Parroquia Basílica de Santa María de Guadalupe en Pachuca están ocupadas en el centro por fieles con ramos, pero no todas. Las de las orillas están libres. La gente llega de a poco.
Es domingo. Domingo de ramos. El arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, oficia a primera hora la misa en la Parroquia, a quien todos llaman en la ciudad la Villita.
Con el domingo de ramos comienza la Semana Santa. Este día se conmemora la entrada de Jesús de Nazaret a Jerusalén en medio de una multitud que lo recibía con ramos y a quien llamaban rey.
“Muy queridos hermanos y hermanas, en este domingo de ramos encontramos un pueblo lleno de fe esperando a Jesús, un pueblo lleno de fe que se reúne para estar con Jesús, para caminar con él, en este año, 2024, ese pueblo somos nosotros, nos hemos reunido para estar con Jesús, nos hemos reunido para seguir caminando con él”, dice el arzobispo a los fieles.
Las personas que se han reunido en la Villita llevan ramos en sus manos, mujeres, niños, hombres, escuchan sentados el sermón del arzobispo. Algunos compraron sus ramos afuera de la Parroquia, otros llegaron con ellos desde sus casas.
De acuerdo con la Arquidiócesis Primada de México las palmas benditas recuerdan las palmas y ramos de olivo que los habitantes de Jerusalén batían y colocaban al paso de Jesús para proclamarlo como rey en su entrada triunfal a dicha ciudad. En la Villita las palmas se bendecirán al final de la misa.
Antes, el arzobispo dice que en la entrada de Jesús a Jerusalén había un Cristo lleno de amor porque ama y quiere a las personas y dice también que era un Cristo valiente y Díaz Martínez empuña la mano derecha frente a los fieles mientras sostiene el micrófono con la izquierda.
“Sabía que lo andaban buscando, que lo querían matar y él entra, entra a Jerusalén valiente, estamos contemplando un Cristo, un señor Jesús seguro de lo que está haciendo y sabe que si no lo hace nosotros no alcanzaríamos la luz, la salvación, el reino, y contemplamos también a un señor Jesús lleno de éxito, de triunfo porque después de que lo pusieron en el sepulcro resucitó, es la fiesta que vamos a celebrar dentro de ocho días”, cuenta.
El arzobispo se refiere a la pasión de cristo, su detención, condena, crucifixión, muerte y resurrección como está escrito en la biblia. Es la Semana Santa que inicia este domingo y concluye el siguiente, los últimos días de Jesús en la tierra.
Domingo Díaz asegura que Cristo triunfa, con la resurrección, sin armas, sin violencia y sin mentiras. Recuerda que lo condenaron con mentiras y ahora cruza la mano derecha en el aire.
Los fieles escuchan. Ponen atención, un bebé comienza a llorar en las filas de enfrente, en las orillas las personas han ido ocupando las bancas hasta que no queda un espacio libre.
“Nos deja una enseñanza el señor Jesús, él vino al mundo a salvarnos, él sabía muy bien, hay que morir en la cruz y va a resucitar, cuando resucita es misión cumplida, vino al mundo a parecer, morir y resucitar con un fin: que todos nosotros alcancemos la salvación, el reino, la luz y la paz para siempre”, dice el arzobispo.
La misa de domingo de ramos culmina con la paz del señor, el saludo entre los fieles. Se abre una puerta del costado derecho de la Villita, por ahí salen las personas y sus palmas son bendecidas por sacerdotes de la iglesia con agua bendita.
Antes de terminar su sermón, el arzobispo les dice a los fieles que tienen una tarea como Cristo y que deben de hacerla: no deben tener miedo, ser valientes y decididos.
"Hagamos la tarea para que el mundo gane, porque si no haces la tarea tu familia va a sufrir, tu pueblo va a sufrir. Hagamos la tarea, es la enseñanza que recibimos del señor Jesús. A él se le encomendó la tarea de salvarnos y él la realizó y la realizó muy bien", dice y vuelve a agitar la mano derecha con la palma abierta en el aire.