La visita al mercado de La Acocota para quienes en la celebración del Año Nuevo se exceden de copas es una tradición de antaño, mole de panza, caldo de médula, huaxmole de zancarrón y otros platillos pasan de ser un antojo, a un elixir medicinal para quienes este primero de enero del 2023, amanecieron con resaca.
Aunque la asistencia de los trasnochados es baja, María Julia Zara Tlaxca, cocinera tradicional, dijo en entrevista para Milenio Puebla, que espera a los poblanos con algunos de sus platillos como cada año en su negocio "Antojitos Mari", tradición que ha pasado de generación en generación y fue uno de los primeros en el mercado "Carmen Serdán" como oficialmente se llama este centro de abasto.
"Mi madre fue una de las fundadoras del mercado y yo desde niña vengo a trabajar aquí, este sitio es más mi casa que donde vivo" indicó doña Julia mientras preparaba unas gorditas para sus clientes.
La experta culinaria detalló que el trabajo de la cocina es muy tedioso y requiere compromiso, ya que algunas jornadas arrancan muy temprano y los días de descanso son de más venta, por tanto de trabajo.
Sus hijos ahora le acompañan tal como ella lo hizo con su madre, pero confesó para Milenio que pese a que son buenos en la cocina, aún no puede faltar un solo día ya que el sazón no es el mismo.
La sección de venta de alimentos en este centro de abasto es visitado por familias poblanas y de otras entidades del país, tal es el caso de Diego Vázquez, que decidió junto con otras dos acompañantes cambiar la rutina de la celebración con su familia en la Ciudad de México y recibieron el 2023 en la capital Poblana.
"Más que por la cruda, venimos aqui a probar los platillos tradicionales y a conocer el lugar, Puebla es un lugar muy bonito y la comida tiene su sello particular" comentó Diego, dándole las primeras cucharadas a un caldo de médula que degustaba cercano al medio día de este primer día del 2023.
CHM