Visita de familiares, un aliento para abuelitos en asilo

La directora del asilo Morada destacó que, a ocho meses de la contingencia sanitaria, reactivaron las visitas a los huéspedes con todas las medidas sanitarias para evitar contagios.

A ocho meses de la contingencia sanitaria no existen casos de contagios en el asilo Morada. (Andrés Lobato)
Angélica Tenahua
Puebla /

“La convivencia con los familiares es el aliento y alimento para que los abuelitos no se depriman en esta contingencia sanitaria, pues la depresión mata a este sector de la población”, aseveró Bertha Beatriz González, directora del asilo Morada.

En entrevista con MILENIO Puebla, destacó que a ocho meses de la contingencia sanitaria no existen casos de contagios en los ocho abuelos con los que se cuenta en este lugar, quienes tienen un rango de 66 a 90 años de edad.

Resaltó que en los primeros seis meses de la contingencia sanitaria provocada por el covid-19, el asilo tuvo que suspender las visitas de los familiares de los huéspedes de este lugar y se implementaron diferentes medidas sanitarias para evitar la propagación del virus.

Sin embargo, indicó que conforme pasó el tiempo identificaron que las personas de la tercera edad, comenzaron a presentar cuadros de depresión, e incluso uno de los abuelitos decayó y esto sumó para complicar su enfermedad degenerativa, la cual ya no soportó y falleció.

Ante esta crisis y con la disminución de los contagios, implementaron otras estrategias como fue permitir la vista de sus familiares con la sana distancia y con todas las medidas sanitarias.

Narró que cada semana de manera escalonada se recibe a un integrante de la familia, esto en el área verde y sólo se les permite 10 minutos de visita para que puedan platicar, pero todo se realiza con las medidas sanitarias, tanto para los visitantes como para las personas de la tercera edad.

“Al estar con sus familiares, ellos ya están mejor anímicamente, pues los primeros seis meses fue muy complicado y algunos presentaron graves cuadros de depresión, el ver a un familiar es su alimento y aliento para seguir viviendo”, enfatizó la entrevistada.

La directora del asilo aseguró que en la actualidad los ancianos presentan solo un 10 por ciento de depresión, pues convivir 10 minutos con un hijo, hermano o nieto les da fortaleza para sobrevivir a esta pandemia.

Explicó que en este lugar se realizan diferentes actividades físicas y recreativas para que las personas de la tercera edad estén ocupadas y no piensen en que la contingencia sanitaria les quitará la vida.

Sin registro de contagios del covid-19

En este contexto, destacó que a ocho meses de la contingencia sanitaria no se han registrado ni un solo caso de contagio, pues los ocho abuelos están libres del virus, ya que se reforzaron todas las medidas para no ser contagiados.

“Cuando empezó la enfermedad contábamos con 10 huéspedes, pero fallecieron dos de otras enfermedades y no del covid-19, uno de ellos fue porque la depresión sumó a que se agravará su enfermedad y esto fue a los dos meses de la pandemia, pues él estaba acostumbrado a salir, porque su familia lo visitaba y lo llevaba a comer”, comentó.

Compartió que los primeros días de visitas fueron emotivos para ellos debido a que las lágrimas salieron de sus ojos ante el aislamiento de seis meses.

Adultos mayores que asistían a la Casa del Abue sufren de depresión

En entrevista, la señora María Arévalo Miranda, aseguró que a ocho meses del confinamiento ya no soporta este aislamiento, debido a que dijo que la mayor parte de su vida gira en cuatro paredes, pues todos los días acudía a la casa del Abue.

“Son ya ocho meses y ya no aguanto tanto tiempo, mi vida era acudir todos los días a la casa del Abue, convivir con mis amigos y viajar, ahora es estar en casa para evitar contagiarme, pues sufro de problemas en el corazón, diabetes e hipertensión, ya urge que abran este lugar”, expresó la persona de la tercera edad.

A sus 74 años de edad recuerda cómo eran sus días en este lugar, un espacio que fue creado por el gobierno del estado para que las personas adultas realicen diferentes actividades culturales, artísticas y físicas.

Señaló que fue un cambio total a su vida, y que desde hace ocho meses no ve a sus amistades y maestros de este lugar, pero trata de estar en contacto con ellos vía telefónica.

Arévalo Miranda compartió afuera de la casa del Abue, con emoción, que por más de 13 años ha frecuentado este lugar, en donde comentó que a más de una decena de sus conocidos no volverá a ver, debido a que han fallecido de diferentes enfermedades.

mpl

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