Los asilos de asistencia para adultos mayores son espacios que en su mayoría se mantienen con base en donaciones, por lo cual algunos de ellos limitan el cupo al no recibir suficientes contribuciones. Así es el caso de la Casa Hogar Tepeyac, espacio que atiende y alberga a 29 personas de la tercera edad cuando su cupo máximo es de 60.
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Sin los donativos, este asilo ubicado en Calzada Tepeyac en esquina con el bulevar Mariano Escobedo no puede mantenerse, y los adultos mayores no pueden ser atendidos de la manera más óptima. A pesar de que se procura ellos reciban estos obsequios, la casa aún carece de muchos elementos indispensables para el uso diario.
Este recinto disminuyó su capacidad hasta esta cifra ya que en 2018 se quedaron sin donativos, problemática que surgió tras la solicitud para entregar recibos deducibles, y al no contar con ellos todas las empresas de quien recibían donaciones declinaron a realizarlas.
Aunque este año pudieron contar con recibos deducibles y obtuvieron ingresos, los recursos siguen sin ser suficientes para mantener a los abuelos; actualmente son cinco hermanas quienes cuidan de ellos, además de otras tres personas eternas a la institución que apoyan en el aseo y atención de cada uno.
Estos adultos mayores año con año reciben Navidad y Año Nuevo haciéndose compañía, pues en la casa hogar se realiza una misa a las 6 de la tarde para pedir gracias, y a las 7 de la noche se reúnen para cenar y recibir detalles de dulces y otros pequeños presentes.
Es para el 6 de enero "Día de Reyes", cuando los viejitos reciben los regalos que solicitaron en su carta a los Reyes Magos, pues algunos beneficiarios se encargan de brindar regalos como perfumes, suéteres, zapatos, o lo que el mismo adulto mayor desee.
José de la Luz Zamorano, adulto mayor quien lleva 6 años en el asilo, explicó que estas donaciones contribuyen de gran manera a la casa, "Yo les pedí un suéter y unos zapatos, pido según lo que uno vaya necesitando, por ejemplo un perfumito; me gusta el aroma de Tibet", expresó.
Personal administrativo compartió que cada vez resulta más complicado mantener a la misma cifra de personas, por lo que en ocasiones se reduce la capacidad, puesto que mientras no haya el suficiente recurso humano y económico, no se llenarán los espacios para brindar ayuda a más personas de la tercera edad.
Entre sus necesidades indicaron se encuentran los productos de su canasta básica como azúcar, leche, aceite, frijoles y huevo, alimentos que se preparan diariamente, además de productos de aseo como shampoo, deshodorante, cremas, papel higiénico y jabón; incluso llevan tiempo buscando obtener tres calentadores solares, puesto que para cumplir con un espacio seguro, se les solicitó cambiar los boilers de gas por esta alternativa.
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"Yo quiero decir es que muchas veces se sataniza el nombre del asilo, creemos mal cuando estamos allá afuera, yo llegué aquí muy malo, estaba ya programado por la diabetes en el hospital para que me amputaran la pierna, pero por falta de quirófano no entré a operación; Dios así lo quiso, y me salvé con tratamientos y el apoyo de aquí, no tengo con qué dar las gracias", compartió José de la Luz Zamorano.