La continuidad de estudios de más de 56 por ciento de los menores que carecen de computadora y 48 por ciento que no tienen acceso a internet, es el reto ante la pandemia del covid-19 que está enfrentando México.
En el punto anterior coincidieron especialistas del Sistema de Universidades Jesuitas, Rocío Cano Albañez, investigadora en temas educativos; y Florentino Badiel Hernández, director general de la Universidad Iberoamericana Tijuana, quienes alertaron por el incremento de la deserción escolar.
Durante el segundo día de actividades en formato virtual de la Cátedra Cossío de la Universidad Iberoamericana Puebla, la investigadora Rocío Cano Albañez destacó que un posible abandono escolar no solo impacta en el proceso formativo, sino en la seguridad y salud alimentaria de los menores que se veían beneficiados por los programas de alimentación y cuidado provistos por las escuelas públicas.
“Hay niños que si no van a la escuela no tienen un desayuno. Las afectaciones han trastocado toda la dinámica familiar”, explicó.
En México, el sistema educativo cuenta con 37 millones de alumnos y 2.1 millones de maestros distribuidos en 265 mil escuelas; mientras que, con la pandemia, se puede registrar una deserción de 2.5 millones de alumnos.
“Las dificultades con la conectividad, 44 por ciento de los niños tienen computadora y el 52 por ciento cuenta con internet son uno de los principales factores de riesgo de deserción”, expresó la especialsita.
La ONU destaca enfoques innovadores que suponen estrategias para mitigar los efectos de la pandemia. Por un lado, se propone el uso de los medios de comunicación tradicionales para diversificar la oferta de educación a distancia. De igual manera, se ha buscado la implementación de nuevas estrategias de formación y regularización; y todas las estrategias son perfectibles, explicó.
Entre los retos se encuentra la planeación de la vuelta a las aulas, la protección de la viabilidad económica y financiera de la educación, la configuración de sistemas educativos resilientes y la aceleración en el cambio de las dinámicas de enseñanza y aprendizaje.
“Debemos buscar la forma de no dejar a nadie atrás. La educación es la piedra angular de toda sociedad justa. Si no tenemos educación aspiramos a poca cosa”, comentó.
Por su parte, Florentino Badiel Hernández, director general de Ibero Tijuana, destacó que las grandes tragedias destapan las desigualdades enterradas por la cotidianidad en todas las sociedades.
“En el caso de la covid-19, los estragos en niñas, niños y adolescentes se han observado de forma diferenciada, pero las acciones para contrarrestar dichos efectos no han estado a la altura”, expresó.
La pandemia ha dejado atrás a las juventudes en materia de educación, violencia doméstica, migración y seguridad alimentaria, comentó el directivo de la universidad jesuita.
“Trabajar por los derechos de los niños, niñas y adolescentes es trabajar con ellos. Esto es imposible sin el acceso a servicios educativos de calidad”, añadió.
mpl