El atún es uno de los ingredientes de la canasta básica, es uno de los alimentos más prácticos e inclusive aconsejable, ya que los nutricionistas piden que se incluya la ingesta de pescado en la dieta regular, sin embargo, su presentación enlatada es algo no es recomendable consumir en exceso.
Debido a sus diversas presentaciones, su bajo costo y que además es algo que se puede conseguir a la vuelta de la esquina, en la dieta del mexicano el atún enlatado es una de las preparaciones más rápidas y a la que se recurre por la falta de tiempo.
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Tras esta demanda, muchas personas se cuestionan sobre que tan saludable es consumirlo con base en sus aportes alimenticios, pero hay que tomar en cuenta que el proceso de enlatado tiene como objetivo extender la caducidad y conservar sus propiedades nutricionales, algo que permite que este alimento pueda ser almacenado por largas temporadas sin refrigeración.
El proceso de enlatado comienza con la captura del pez, seguido por las tareas de limpieza y cocción, en posterior es procesado para ser fileteado y desmenuzado para poder colocarlo en las latas, y poderlo cubrir con aceite o agua.
Cabe señalar que las latas son selladas herméticamente y esterilizadas para evitar que se desarrollen bacterias en el producto y asegurar también su conservación por una larga temporada.
Beneficios y riesgos del atún
Los benéficos del atún son numerosos, es rico en ácidos grasos, omega 3, mejora los niveles de colesterol y triglicéridos, y reduce el riesgo de trombosis al fluidificar la sangre, además algunos estudios indican que puede reducir hasta en un 29% el riesgo de artritis y en un 14% el riesgo de desarrollar cáncer de mamá.
Así mismo es uno de los alimentos ricos en vitaminas del complejo B, minerales como el selenio y proteínas, algo que lo hace popular entre los deportistas que están buscando ganar masa muscular.
En la otra cara de la moneda, encontramos que entre sus aspectos negativos existe un exceso de aceite, y si este es de palma aumenta el riesgo de elevar el colesterol y acarrear enfermedades cardiovasculares.
¡Aguas con los excesos!
El consumo diario de atún enlatado puede sonar práctico y conveniente debido a su carga nutricional, además que ahorra horas dentro de la cocina, sin embargo, el exceso en el consumo sí puede atraer riesgos a la salud, ya que estudios han detectado la presencia de partículas de mercurio.
De acuerdo con un artículo de Saber Vivir tve, el atún, en especial sus variedades de mayor tamaño como el atún blanco o aleta amarilla, pueden contener niveles significativos de mercurio, que se trata de un metal pesado que en altas concentraciones se puede volver tóxico para el sistema nervioso y la actividad cerebral.
Por lo que el consumo excesivo de este producto, podría ocasionar una acumulación de este metal en el cuerpo, lo que representa un riesgo principalmente para mujeres en estado de gestación, madres lactantes y para los niños pequeños.
Así mismo, se ha demostrado que el atún enlatado en aceite puede contener mayor presencia de grasas y calorías, lo que puede acarrear consecuencias principales al colesterol y enfermedades relacionadas con el corazón.
También se ha demostrado que limitar ingesta de proteínas a una sola fuente, como lo es el atún, puede generar una serie de desequilibrios nutricionales y la poca presencia de otros nutrientes de otras clases de alimentos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advierten sobre los peligros de la exposición al mercurio, ya que puede afectar negativamente el desarrollo de la vida en la etapa fetal o de crecimiento en las primeras etapas de vida, por lo que recomiendan limitar el consumo de especies conocidas por contener niveles altos de este metal.
Niveles significativos de soya
En días recientes, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha revelado que 18 marcas de atún enlatado o en presentación de bolsa no cumplen con las normas de etiquetado y contienen niveles significativos de soya no declarados.
El análisis de 57 presentaciones de atún envasado, se llevó a cabo por el Laboratorio Nacional de Protección del Consumidor, y encontraron presencia de soya en 18 de ellas, inclusive algunas marcas no informan en su etiquetado sobre la inclusión de soya y otras no especifican su porcentaje.
CHZ