La inseguridad que se registra a nivel nacional ha elevado la demanda de artículos de protección por parte de agencias especializadas en brindar materiales de seguridad a empresas y civiles en el Estado de México.
De acuerdo con prestadores de estos servicios que operan en el Valle de México, en los últimos dos años la compra de chalecos antibalas, placas balísticas y protecciones contra armas de fuego ha incremento 20 por ciento.
"Tenemos mayor demanda comparado con años pasados aunque con la pandemia bajaron los pedidos, pero ahorita que se está reactivando todo se está normalizando".
"Nosotros préstamos el servicio a todas las empresas que nos lo requieren, tenemos clientes en Ciudad de México, Hidalgo, Monterrey y el Estado de México, pero la realidad es que si se ha elevado en los últimos años como un 20 por ciento", reconoció un empresario del ramo que pidió el anonimato.
En una cotización realizada por MILENIO Estado de México a una empresa del sector, reveló que para equipar a 20 elementos de seguridad con los materiales básicos costaría aproximadamente 6 mil dólares, es decir, 120 mil pesos.
El gasto contempla la adquisición de 5 chalecos balísticos nivel 3, placas balísticas nivel 3, placas balísticas nivel 4 y 5 esposas de cadena para manos, consideradas herramientas indispensables en el ejercicio de brindar seguridad a los clientes.
El chaleco balístico nivel 3, por ejemplo, tiene un costo unitario de 300 dólares. De acuerdo con el fabricante el material está certificado ante el Instituto Nacional de Justicia de los Estados Unidos de Norteamérica y cuenta con los requerimientos establecidos por autoridades mexicanas.
Además, la empresa encargada de vender este equipo asegura que el material brinda protección balística de frente, espalda y a los costados a la persona que lo porta, y otorgar una garantía del panel de al menos 7 años.
Mientras que el precio para las placas balísticas nivel 3 y 4, baja a 180 dólares, unos 3 mil 600 pesos, cuyos materiales cuentan con triple sistema antitrauma para utilizarse por sí sola y su principal característica es ser multi-impactos.
De acuerdo con Cristina Eugenia Pablo Dorantes, especialista en prevención de delito y sistemas penitenciarios por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), los elementos de seguridad privada en su mayoría no cumplen un perfil especial en términos de preparación.
Asegura que en muchos casos los postulantes son personas que tienen ciertas habilidades para garantizar el ejercicio de esta función, aunque deben de ser capacitadas por sus empleadores.
La mayoría de las empresas dedicadas a la prestación de seguridad privada solicitan perfiles como hombres solteros de entre 20 a 35 años, con grado de estudios medio y un currículum relacionando a estas actividades.
Sin embargo, la mayoría carece de seguridad social y son subcontratados por empresas externas que a su vez los asignan a sucursales comerciales, departamentos o condóminos y en zonas residenciales, donde son más solicitados.
MMCF