A consecuencia del confinamiento y el incremento del uso de las nuevas tecnologías, la violencia digital va en ascenso, a pesar de las campañas de concientización que se han dado con la aprobación de la Ley Olimpia.
Así lo advirtió la activista Olimpia Coral Melo, al impartir la conferencia “Violencia Digital”, organizada por la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información de Nuevo León.
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Aclaró que a raíz del confinamiento que se dio desde el año pasado, el uso de las nuevas tecnologías se disparó hasta en un 200 por ciento, trayendo consigo que las personas utilicen estas vías para vivir ahora su sexualidad.
El principal problema de esta práctica es que más jóvenes están haciendo uso de ella sin saber las consecuencias que trae consigo, como lo es la divulgación de material íntimo de índole sexual, sin consentimiento.
“El sexting no es un delito, pero sí es un acto peligroso, es una nueva forma de vivir la sexualidad queramos o no, y a raíz del covid-19 se dispara hasta en un 200 por ciento el uso de la utilización de las herramientas digitales para vivir la sexualidad.
“No es un delito, es delito cuando se comparte, difundir, compilar sin el consentimiento de las personas, claro hay que hablar de educación digital, hay que decirles sobre todo a las niñas, adolescentes, que en una cultura porno hay un falso empoderamiento femenino”, mencionó.
Aunque la violencia digital sexual ataca tanto a hombres como mujeres, éstas últimas son las principales víctimas, por ello Olimpia enfatizó que es importante que ahora se enfoque a una educación sexual para evitar que niñas y adolescentes se vean afectadas.
“Ninguna persona, ni hombres ni mujeres estamos exento de sufrir ciberataques, pero es importante darle mayor énfasis al tema de género, por eso debemos de apostarle a la educación digital”, resaltó.
Las mayores víctimas de violencia digital son mujeres de entre 18 a 30 años, quienes sufren de violación directa a su privacidad y se les impide el vivir dignamente, además de que por el hecho de ser mujeres en muchos casos son revictimizadas.
Entre las conductas violentas que se dan desde internet están la difusión masiva de fotografías y videos sexuales de mujeres, el ciberacoso, la extorsión, la ciber persecución, e incluso la trata de blancas de manera virtual.
A través de la educación digital, la activista propuso que se le debe de enseñar a los niños y adolescentes el correcto manejo de las redes sociales, el exponerles los riesgos que existen de dar a conocer sus datos personales, además de brindarles información para detectar cualquier conducta irregular.