Hasta principios de la década de 1950, partiendo del centro de Tampico hacia el norte, la marcha urbana llegaba hasta lo que hoy es la avenida Ejército Mexicano.
“Bienvenidos a Ciudad Madero, capital petrolera del país”, se leía en un arco metálico ubicado en el cruce de esa rúa y Camino del Zapotal, hoy Rosalío Bustamante.
Las columnas de la estructura semejaban dos torres de extracción de petróleo y sobre el travesaño se habían colocado figuras metálicas que representaban un buque petrolero, tanques de almacenamiento de combustible y una torre de destilación.
Simbolizó hasta los años 70 la puerta de entrada hacia la vecina población y era un arco similar al que, en la misma época, se ubicaba en la avenida Hidalgo en el cruce con Agua Dulce.
Nombrada originalmente avenida Ejército Nacional, después se modificó a Ejército Mexicano y se convertiría al paso del tiempo en un importante corredor comercial y asiento de los más importantes hospitales públicos del sur.
Hoy a 88 años de su construcción se mantiene como un importante referente de la capital de las huastecas.
Hecha por militares
La furia de los ciclones del 15 y 24 de septiembre de 1933, obligó al gobierno a reparar los caminos que comunicaban a Tampico con las poblaciones vecinas.
Militares fueron enviados entonces por su comandante en la zona, el general Anselmo Macías Valenzuela, para trabajar personalmente en ello.
Hacienda autorizó a la Junta Federal de Mejoras Materiales entregar al Comité Pro-Tampico, que presidió el general Macías, recursos por 25 mil pesos entroncada en Madero con la incipiente vía a Miramar.
Estos trabajos se llevaron a cabo con el apoyo de cuadrillas de peones, para lo cual se dio empleo temporal a la población, de tal manera que un 29 de noviembre de 1933 se inaugura la nueva carretera.
Además de ofrecer una bella perspectiva del puerto, esta vía acorta la distancia que hay a la playa, por la trayectoria que sigue en su trazo, relata Juan Sánchez Borja en su libro “El Ciclón sobre Tampico”.
Detalla que el general Macías pidió a la Cámara de Comercio invitar a sus agremiados y demás personajes del puerto para que recorrieran el nuevo camino, construido por fuerzas del segundo batallón de zapadores.
“Posteriormente, cuando se habían atendido otros asuntos urgentes en la ciudad, el comité directivo pudo destinar a la misma carretera 6 mil pesos más y se ordenó que los trabajos fueran continuados por fuerzas del 028 Batallón de Infantería”, expone.
Sede de hospitales
De acuerdo con el cronista de Tampico, Josué Iván Picazo Baños, en 1946 se construyó a un costado de la entonces llamada avenida Ejército Nacional, el estadio Tampico, que tenía capacidad para 8 mil personas y que fue la casa del legendario equipo de la Jaiba Brava hasta 1966.
Se ubicaba sobre el terreno que actualmente ocupan el Deportivo Español, el supermercado HEB y la Plaza Covadonga. El estadio también sirvió de escenario para la premiación de los carnavales porteños.
“En 1959, se construyó el Hospital Neumológico o Antituberculoso hacia el costado norte de la avenida Ejército Mexicano, en lo que actualmente es Rosalío Bustamante”, refiere Picazo Baños.
Se ubicó en el mismo sitio donde actualmente se encuentra el Hospital General Dr. Carlos Canseco, sin embargo dejó de funcionar como tal hacia mediados de los setenta debido a la disminución de pacientes tuberculosos en la ciudad.
“La estructura del inmueble se utilizó, posteriormente, para la construcción del hospital Canseco, que comenzó a funcionar el 1 de julio de 1982 y que reemplazó al antiguo hospital civil de la calle Altamira”.
Picazo Baños añade que otra importante institución de salud, deja huella en la historia de la avenida Ejército Mexicano.
En 1962, a un costado de esta vía, se edificó el Hospital General del Issste en una hectárea de terreno que fue cedida por el Hospital Neumológico.
Coca-Cola y Altama, íconos del desarrollo
La primera planta embotelladora de refresco en el país también se estableció en la emblemática vialidad, convirtiéndose en un ícono del desarrollo industrial y comercial del sur.
“Se instaló en un terreno aledaño a la avenida Ejército Mexicano la embotelladora Coca-Cola”, subraya el cronista. Fue inaugurada por el entonces gobernador Praxedis Balboa Gojon.
En ese mismo sitio, el 26 de noviembre de 2016 se inauguró Altama City Center, el centro comercial más grande del estado de Tamaulipas.
En el acto protocolario, estuvieron presentes Herman H. y Robert A. Fleishman, presidente y director general de GT Global así como Eduardo y Guillermo Arena Barroso, accionistas del Grupo Aryba; autoridades estatales y municipales.
En ese momento, Robert A. Fleishman, informó que el mall representó una inversión de más de dos mil millones de pesos, creando entonces mil empleos permanentes y 2 mil 400 indirectos.
Destacó en su discurso inaugural que la apertura de este complejo comercial significa la confianza del grupo GT Global por invertir en Tampico, retribuyendo así a la ciudad lo mucho que le ha dado a la empresa, pues en ese sitio antiguamente operó la Coca Cola, otro negocio que dio brillo a la ciudad por ser la primera embotelladora del país.
Reflejaba la luz del faro del aeropuerto
Hubo una época en la que sobre la avenida Ejército Mexicano, se reflejaba por las noches la luz del faro de la terminal aérea, recuerda el historiador Adrián Pérez Sobrevilla.
“Nosotros íbamos en las noches al arco; a sentarnos en los carros a fumar, tendríamos unos catorce ó quince años y estaba tan desolado todo que el faro del aeropuerto nos pasaba el haz de luz, era muy bonito”.
También viene a su mente cuando se usaba esa vía para la odisea de ir de Tampico a playa Miramar, atravesando todo lo que hoy es Madero.
Menciona que hacia los costados de la citada rúa había pobladores yucatecos y campechanos que llegaron en la época del auge petrolero.
“Donde está el hospital general, enfrente, eran hortalizas de chinos que llegaron también a Tampico para trabajar”.
EAS