Impactante fue el comportamiento social de los poblanos tras la apertura comercial, luego de la serie de restricciones que establecieron las autoridades locales derivado de la contingencia sanitaria que estamos viviendo. Por cientos se pudieron contar los jóvenes y adultos que abarrotaron antros, bares y restaurantes de la avenida Juárez.
Fue tal la invasión de comensales, que en las vialidades aledañas tuvieron que ser empleadas las aceras como estacionamiento. En algunos lugares fue posible ver a los automotores sobre el paso establecido para los peatones.
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La liberación de las actividades, combinado con noche de viernes, quincena y modificación a verde del semáforo epidemiológico, fue la mezcla perfecta para que en algunos sitios se presentara sobrecupo. Fue el caso del botanero Los Caporales, ubicado frente a la Unidad Deportiva Mario Vázquez Raña, donde hasta fila de espera había para ingresar. Lo mismo ocurrió en la Crudencia y Cantina Ánimas.
De esta manera, la población rompió muy rápido los protocolos de seguridad pactados para poner fin a la pandemia, pudiendo ser este el primer paso para el inicio de una nueva ola de contagios de la covid-19.
AFM